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juzga to d o : ni nadie cree que se extravía ,
siguiendo el camino mas freqiientado. Y asi,
en vez de creer á todas las mugeres, capaces
de la última debilidad ; hacedlas conocer
á menudo , la buena opinion que hubieseis
formado de su prudencia ; apoyad esta
creencia, con la razón y con los exeniplos,
que no os faltarán ; y dadlas á entender , que
la infidelidad os parece demasiado infame,
para creerla común: aplaudid á los Legisladores
que han prescrito tan severas leyes,
contra ella : decíalas, que el temor de caer
en desgracia de los maridos desventurados,
os han hecho estar vacilando mucho tiempo,
sobre el matrimonio; porque seriáis capaz
de executar los mayores estragos, si llegaseis
á ser infeliz en esta parte j pero , que instruido
mejor del carácter de las mugeres, y
mas asegurado aun, de su virtud particular,
habiais buscado lo que queriais huir antes;
y con este discurso la inspirareis otro tanto
amor ácia el cumplimiento de sos deberes,
como terror contra sus vicios.
III. Ademas de todas estas diferentes precauciones
, no os olvidéis de interesar en
vuestro favor, á los criados y domésticos ,
porque regularmente, son ellos los que manejan
todas las intrigas de las mugeres, ó
por lo m énos, tienen algún conocimiento de
ellas ; y nunca se atreverá una muger , á
embarazarse en los negocios amorosos, quando
no tubiese' sugeto , de quien pudiera
fiarse. Nada es tan fácil á un marido, como
el ganarlos: algunas gratificaciones, con
que