Cerebro, Currículo y Mente Humana
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Psicología Configurante y Pedagogía Configuracional: <strong>Cerebro</strong> y <strong>Currículo</strong>. Alexander Ortiz Ocaña<br />
por esta razón que la felicidad se ha vuelto algo imposible de alcanzar, algo utópico e<br />
irrealizable, lejano, efímero e inexistente.<br />
Esto es el resultado de querer ser feliz sólo cumpliendo deseos, reduciendo la<br />
felicidad a los deseos más elementales del ser humano. De aquí se deduce que es<br />
necesario educar para la libertad, la emancipación, la autonomía, la solidaridad, el amor,<br />
el éxito y la verdadera felicidad, que son precisamente los sueños y metas más anheladas<br />
por el ser humano en su devenir histórico.<br />
El amor y la felicidad verdadera se encuentran en el interior del ser humano, en su<br />
cerebro y en su mente. Sin embargo, a lo largo de los años la educación ha fallado porque<br />
no reconoce los principios fundamentales del universo, y del planeta tierra. Parece<br />
ignorar que todo está conectado con todo lo demás, estructurado armónicamente, de<br />
manera coherente, en forma de sistema, configurado.<br />
El mundo, la vida, el universo y el cerebro humano deben llegar a la organización<br />
educativa. La educación integradora, la organización educativa y sus aulas deben<br />
insertarse y hacer esfuerzos cada día por unirse simbióticamente a la vida, a la naturaleza,<br />
al universo y al cerebro humano. Sólo en estas condiciones se puede lograr que la<br />
educación sea integral y neuroconfiguradora, desde la vida, en la vida, por la vida y para la<br />
vida. En este sentido, el neurocurrículo se convierte en un proyecto de vida, un programa<br />
formativo integrador y neuroconfigurador.<br />
El neurocurrículo debe ser inclusivo, humanizado, humanizante y humanizador. Un<br />
neurocurrículo para la vida, para el amor y para la paz. En consecuencia, los contenidos<br />
neurocurriculares deben ser útiles y prácticos, organizados, comprensibles, dinámicos,<br />
coherentes con la filosofía institucional, amplios, deben tener un propósito definido, no<br />
complicados pero significativos, alcanzables, cumplibles, medibles, holísticos,<br />
totalizadores y neuroconfiguradores.<br />
“Pero en lugar de esa unidad, ofrecemos a los niños Álgebra, de la cual nada se<br />
deriva; Geometría, de la cual nada se obtiene; Ciencia, de la cual nada se saca; Historia, de<br />
la cual nada se deriva; un par de idiomas, que nunca se dominan; y por último - y lo más<br />
lamentable - Literatura, representada por las obras de Shakespeare, con anotaciones<br />
filosóficas y un corto análisis de la trama y los personajes para ser memorizados. ¿Puede<br />
de una lista tal decirse que representa la Vida, como se la vive? Lo mejor que se puede<br />
decir es que es una rápida tabla de contenido que una deidad puede repasar en su mente<br />
mientras planea crear un mundo, pero todavía no ha determinado cómo unirlo todo.”<br />
(Whitehead, 1967, p.7)<br />
Es necesario no sólo tener un modelo didáctico general en el cual entronizar los<br />
diversos temas curriculares de tal manera que tengan sentido y significado para los<br />
estudiantes, sino descubrir e identificar dicho modelo.<br />
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