Julio 2011 - Cantabria Negocios

es que la estadística que elabora
Tinsa, la principal sociedad
de tasación española,
coincide con el de Fomento
cuanto menos a la hora de
medir la tendencia, al detectar
también en su último dato
una intensificación del ritmo
de descenso de los precios.
Según la sociedad de tasación,
el índice general bajó en
mayo un 5,9% en términos
interanuales, llevando el descenso
acumulado desde máximos
–que sitúa en 2007–
hasta el 21,5%.
Si manejar los distintos índices
es ya terreno abonado
para la polémica, el cuantificar
si los precios han tocado
o no fondo entra ya en el terreno
de la cábala. El Gobierno
y el propio sector constructor
aportan prácticamente
los únicas voces que dan por
cantabria
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informe
concluido, o cercano a hacerlo,
el ajuste de precios. No lo
hace el Banco de España,
aunque considera que el abaratamiento
se detendrá cuando
alcance el 30% desde máximos,
teniendo en cuenta el
efecto de la inflación, con lo
que el proceso podría darse
por finalizado el próximo año,
o todo lo más el siguiente.
Alquiler y suelo
¿Qué pasa mientras tanto
con el alquiler? Según el Instituto
Nacional de Estadística
(INE) el precio del alquiler subió
en mayo un 1,1% en España
–Cantabria registró el
mismo dato– en términos
interanuales, y permaneció invariable
en relación con el
mes de abril. Aunque permanece
claramente por debajo
de la inflación –el IPC interanual
se situaba en mayo en
el 3,5%– lo cierto es que el
precio del arrendamiento tomó
hace un año la senda del
crecimiento, en lo que podría
ser un primer indicio de corrección
del mercado. La rentabilidad
del alquiler respecto
al precio es una de las referencias
con las que trabajan
algunos analistas para identificar
el punto a partir del cual
el precio de la vivienda –incluso
el de una vivienda en concreto–
puede haber concluido
su ajuste. Según esta fórmula,
el precio sería adecuado si
en un hipotético alquiler se
consiguiera una rentabilidad
en el entorno del 4%. Por debajo
de esa cifra, la vivienda
estaría sobrevalorada, y viceversa.
En esa línea, cualquier
incremento del alquiler, por
pequeño que sea, junto a un
descenso de los precios de
venta aumentaría la rentabilidad
teórica de la inversión en
vivienda y, por tanto, se movería
en el sentido corrector
que se pide al mercado inmobiliario
español.
Respecto al suelo, y por
terminar de cerrar el círculo
de factores en juego, el precio
registró en el primer trimestre
el primer aumento interanual
desde el inicio de la crisis, según
la estadística que elabora
el Ministerio de la Vivienda. Es
un buen dato para los propietarios
–banca y promotores–
pero que no ofrece una lectura
clara en términos de mercado.
En todo caso, la proporción
del incremento –un
3,7%– y su carácter puntual
resta alcance al indicador, para
bien o para mal.