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Hasta Salta o Jujuy, todo estaba relativamente bajo<br />
control. Pero las cosas se complicaban al llegar al Alto<br />
Perú. Lima estaba muy cerca y el poder militar del virrey<br />
del Perú era por lo menos similar al de la Junta de<br />
Buenos Aires. Los criollos del Alto Perú, comerciantes o<br />
mineros, no estaban demasiado seguros de que les<br />
conviniese subordinarse a ninguna de las dos capitales;<br />
tanto Lima como Buenos Aires los explotaban. Además<br />
había en el Alto Perú una gran población indígena muy<br />
convul-sionada desde el levantamiento de Túpac<br />
Amaru, que preocupaba a los criollos tanto como a los<br />
españoles.<br />
Lo cierto es que, como las fuerzas eran bastante<br />
parejas, la campaña del Alto Perú quedó en cierto modo<br />
congelada. Había tantos triunfos como derrotas y la<br />
situación no podía modificarse. Los patriotas avanzaban<br />
y luego retrocedían, volvían a avanzar y de nuevo a<br />
retroceder, una y otra vez.<br />
Como no tenían suficientes hombres, ni suficiente<br />
equipo, pactaron una tregua. Pero poco antes de que la<br />
tregua terminara, los realistas los atacaron y derrotaron<br />
en Huaqui. Descalabrado, el ejército porteño retrocedió<br />
hasta Salta y todo el Alto Perú volvió a caer en manos<br />
de los realistas.<br />
En marzo de 1812, ocho meses después del desastre<br />
de Huaqui, el general Belgrano se hizo cargo del ejército<br />
del Norte, un ejército hecho añicos, desorganizado,<br />
desmoralizado, en el que los soldados desertaban y<br />
faltaba de todo.<br />
Mientras tanto, desde el Norte, el general realista Pio<br />
Tristán avanzaba por la Quebrada con sus tropas.<br />
Belgrano sabía bien que no podía hacerle frente con<br />
ese ejército tan abatido. Entonces tomó una decisión: se<br />
iría junto con los pobladores y dejaría sin recursos al<br />
enemigo; los realistas entrarían en territorio jujeño, pero<br />
no encontrarían alojamiento, ni víveres, ni ayuda. Esto<br />
fue el “éxodo jujeño”, en que toda una provincia<br />
abandonó sus casas y lo siguió a Belgrano en su<br />
retirada hacia el Sur.<br />
Una Historia Argentina,<br />
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