Manual del Profesor Jefe - Comunidad Escolar
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Los niños aprenden sobre su sexualidad desde el día en que nacen y el hogar es el lugar ideal para<br />
comenzar este aprendizaje, el que será complementado luego en el ámbito escolar.<br />
Será importante, entonces, comenzar a hablar y responder con sencillez y veracidad las preguntas<br />
que van surgiendo en cada etapa <strong>del</strong> desarrollo de niñas y niños sobre la sexualidad.<br />
Empezar a preocuparnos por la sexualidad de nuestros hijos recién cuando llegan a la pubertad, a<br />
los 12 ó 13 años, sería muy tarde. Si esperamos hasta ese momento, habremos permitido que todo<br />
lo que aprendieran lo tomaran de sus amigos, de la televisión y <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o de relación que les<br />
damos, sin mayor discernimiento.<br />
Cabe destacar que los mensajes sobre la pareja que ellos reciben de nosotros, sus padres, influirán<br />
en su conducta futura. Buena parte de estos mensajes no son hablados, sino que se transmiten<br />
mediante el comportamiento no verbal. Por eso es fundamental dar el ejemplo: para nuestros hijos<br />
somos un mo<strong>del</strong>o a seguir.<br />
Etapa escolar: edad de la curiosidad<br />
Es a partir de los 3 años que los niños se preguntan sobre “cómo son las niñas y cómo son los varones”,<br />
y descubren las diferencias en los genitales. Es también a esa edad que les llama la atención<br />
el nacimiento de un niño y preguntan “¿dónde estaba antes?”, “¿por dónde salió?” y también “¿qué<br />
tienen que ver mamá y papá con eso?”.<br />
Es sano y positivo acompañar a los<br />
niños en sus descubrimientos. Responderles<br />
cuando preguntan y acercarles<br />
información en la medida en que lo van<br />
necesitando. Si nos mostramos incómodos<br />
ante sus interrogantes espontáneas,<br />
probablemente lo notarán y dejarán de<br />
preguntar. Siempre se está a tiempo de<br />
retomar el tema a partir de algo que<br />
sucede en la vida cotidiana: el nacimiento<br />
de un hermanito o de un primo, algo que<br />
contó un amigo o que vimos juntos en<br />
la televisión, por ejemplo, serán buenas<br />
oportunidades para hacerlo.<br />
Muchas veces nuestros hijos nos ponen<br />
a prueba para ver si les hablamos con<br />
franqueza. Si somos claros, estaremos<br />
fomentando una relación de confianza y seguridad, que marcará los diálogos e intercambios posteriores,<br />
en especial en momentos tan significativos como lo es el inicio de la adolescencia.<br />
Capítulo III<br />
Sesión Nº 5 / Sexualidad<br />
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