30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural
30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural
30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ción <strong>del</strong> suegro fue inmediata, ya que fue a ver<br />
a su yerno esa misma noche.<br />
—Soy un comerciante conocido y respetado<br />
—le dijo, muy enfadado—. No soporto que<br />
deshonres a mi familia. Te ordeno que te divorcies<br />
ahora mismo.<br />
Haciendo valer sus derechos, Brahim fingió<br />
no estar de acuerdo.<br />
—¿Qué tiene de malo andar mendigando?<br />
Ése es mi oficio.<br />
—No me habías dicho que ibas a convertir<br />
a mi hija en una mendiga.<br />
—Tendrías que haberlo comprendido tú<br />
solo. Aparte de mendigar, ¿en qué otra cosa<br />
puede ayudarme?<br />
—¡Qué tonto he sido dándole mi hija a<br />
cualquiera! —se lamentó el padre.<br />
—Ahora es mi mujer y hago lo que quiero<br />
con ella.<br />
—Acepta pues el divorcio.<br />
—He gastado todos mis ahorros en esta<br />
boda.<br />
—Te devolveré tu dote y todo el resto.<br />
—No es suficiente.<br />
El joyero tuvo que agregar una fuerte suma<br />
de dinero para obtener lo que quería. El cadí*<br />
pronunció el divorcio al día siguiente. Brahim<br />
abandonó la ciudad sin despedirse de la bella<br />
muchacha, pues temía ser otra vez víctima de<br />
sus argucias.<br />
Volvió a su ciudad natal sin problemas. Su<br />
familia y sus amigos se alegraron de volver a<br />
verlo sano y salvo tras una ausencia tan larga.<br />
Hasta un año después no se enteraron de las<br />
verdaderas razones de su viaje. En el último<br />
capítulo de su libro contaba de qué manera se<br />
había casado con una mujer sordomuda y<br />
cómo se había divorciado, confirmando así<br />
que ningún hombre puede desbaratar las<br />
argucias femeninas.<br />
≥<br />
19