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30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural

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54<br />

El chacal y la cabra se habían asociado.<br />

Compraron un campo, lo labraron y cultivaron<br />

alubias.<br />

Cuando llegó el verano, se vieron obligados<br />

a regarlo. Pero su campo estaba sobre el flanco<br />

de una colina y ninguna acequia podía llegar<br />

hasta allí. La cabra transportó el agua desde el<br />

ued* hasta el campo. Llevaba unos enormes<br />

cántaros llenos de agua en los cuales se servía<br />

el chacal para regar tranquilamente cantando.<br />

La cosecha fue abundante. El chacal decidió<br />

hacer el reparto. Quiso quedarse con tres partes<br />

y dar una sola a su socia. La cabra rechazó<br />

esta oferta. Como el chacal no daba su brazo a<br />

torcer, la cabra se dirigió al cadí.*<br />

—El chacal quiere robarme —dijo, quejándose.<br />

—¿Por qué debería darle a ella la mitad de<br />

la cosecha cuando fui yo quien se deslomó<br />

para llevar el agua? —respondió el chacal.<br />

—¡Vosotros lo habéis oído cantar! —exclamó<br />

la cabra.<br />

—Así es —respondieron los testigos.<br />

—Quienes trasportan enormes cántaros de<br />

agua hacen un esfuerzo tan grande que no<br />

pueden ir cantando —añadió la cabra.<br />

—Tienes razón —dijo el cadí.<br />

—Era yo quien transportaba el agua cada<br />

día desde el ued hasta el campo —prosiguió la<br />

cabra—, y no el chacal, contrariamente a lo<br />

que pretende. Él sólo regaba cantando.<br />

El cadí ordenó hacer un reparto equitativo.<br />

—Debéis coger la mitad cada uno —dijo.<br />

El chacal fingió aceptar la decisión <strong>del</strong> juez.<br />

Pero cuando regresaron al campo no quiso<br />

saber nada. Entonces la cabra fue a buscar a su<br />

amigo el galgo, que aceptó esconderse en una<br />

bolsa que dejó al borde <strong>del</strong> campo. El chacal<br />

creyó que se trataba <strong>del</strong> almuerzo que la cabra<br />

solía preparar para los dos. Se acercó para servirse.<br />

Apenas vio los colmillos <strong>del</strong> galgo, repartió<br />

la cosecha de manera inversa: una parte<br />

para él y tres para la cabra. Y agregó:<br />

—Has trabajado tan duro que esto es lo<br />

justo.<br />

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