30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural
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El chacal y la cabra se habían asociado.<br />
Compraron un campo, lo labraron y cultivaron<br />
alubias.<br />
Cuando llegó el verano, se vieron obligados<br />
a regarlo. Pero su campo estaba sobre el flanco<br />
de una colina y ninguna acequia podía llegar<br />
hasta allí. La cabra transportó el agua desde el<br />
ued* hasta el campo. Llevaba unos enormes<br />
cántaros llenos de agua en los cuales se servía<br />
el chacal para regar tranquilamente cantando.<br />
La cosecha fue abundante. El chacal decidió<br />
hacer el reparto. Quiso quedarse con tres partes<br />
y dar una sola a su socia. La cabra rechazó<br />
esta oferta. Como el chacal no daba su brazo a<br />
torcer, la cabra se dirigió al cadí.*<br />
—El chacal quiere robarme —dijo, quejándose.<br />
—¿Por qué debería darle a ella la mitad de<br />
la cosecha cuando fui yo quien se deslomó<br />
para llevar el agua? —respondió el chacal.<br />
—¡Vosotros lo habéis oído cantar! —exclamó<br />
la cabra.<br />
—Así es —respondieron los testigos.<br />
—Quienes trasportan enormes cántaros de<br />
agua hacen un esfuerzo tan grande que no<br />
pueden ir cantando —añadió la cabra.<br />
—Tienes razón —dijo el cadí.<br />
—Era yo quien transportaba el agua cada<br />
día desde el ued hasta el campo —prosiguió la<br />
cabra—, y no el chacal, contrariamente a lo<br />
que pretende. Él sólo regaba cantando.<br />
El cadí ordenó hacer un reparto equitativo.<br />
—Debéis coger la mitad cada uno —dijo.<br />
El chacal fingió aceptar la decisión <strong>del</strong> juez.<br />
Pero cuando regresaron al campo no quiso<br />
saber nada. Entonces la cabra fue a buscar a su<br />
amigo el galgo, que aceptó esconderse en una<br />
bolsa que dejó al borde <strong>del</strong> campo. El chacal<br />
creyó que se trataba <strong>del</strong> almuerzo que la cabra<br />
solía preparar para los dos. Se acercó para servirse.<br />
Apenas vio los colmillos <strong>del</strong> galgo, repartió<br />
la cosecha de manera inversa: una parte<br />
para él y tres para la cabra. Y agregó:<br />
—Has trabajado tan duro que esto es lo<br />
justo.<br />
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