30 cuentos del Magreb - Cuaderno Intercultural
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Un día, un chacal vio un perdigón que estaba<br />
picoteando un árbol y se le acercó. El<br />
perdigón lo oyó y voló hasta una rama.<br />
—No temas —le dijo el chacal—, sólo quería<br />
hablar contigo.<br />
—Te escucho pues.<br />
—Pareces siempre muy serio, y me preguntaba<br />
si te gustaba reír o hacer reír a los demás.<br />
—Sí —respondió el perdigón—, de lo contrario<br />
mi vida sería muy triste. Pero tú también<br />
pareces muy serio.<br />
—Si hago bromas pesadas a los otros animales<br />
es porque me gusta divertirme y reírme<br />
de ellos. A veces también hago reír a los demás<br />
a mi pesar y eso no me gusta nada.<br />
—Quizás seas demasiado susceptible.<br />
—Es posible. Pero apuesto a que tú no eres<br />
capaz de hacerme reír tanto como yo a ti.<br />
—Puedo probarte lo contrario —respondió<br />
el perdigón, a quien le gustaban los desafíos.<br />
Condujo al chacal hasta un campo vecino<br />
en el que trabajaban dos felás.*<br />
—Escóndete detrás de esa palmera y fíjate<br />
en lo que hago.<br />
El perdigón fue a posarse sobre la cabeza de<br />
uno de los hombres.<br />
—No vayas a moverte si no quieres perder<br />
el excelente almuerzo que tenemos —le dijo su<br />
compañero.<br />
Se acercó lentamente alzando su azada para<br />
matar al pájaro. Pero éste salió volando y el felá<br />
recibió tal golpe en la cabeza que cayó desmayado.<br />
El chacal, al verlo caer, lanzó una carcajada.<br />
—¿Has visto? —le dijo el perdigón ya junto<br />
a él.<br />
—Nunca me he reído tanto —reconoció el<br />
chacal.<br />
Los dos compadres se alejaron rápidamente<br />
y fueron recorriendo la comarca. El ued* no<br />
estaba aún completamente seco y pudieron<br />
beber un poco de agua. Llegaron luego a un<br />
bosque de eucaliptos en el que penetró el chacal,<br />
mientras que el perdigón sobrevoló los<br />
árboles hasta encontrar un claro, donde esperó<br />
a su amigo. El chacal había aminorado el<br />
paso para gozar <strong>del</strong> frescor <strong>del</strong> bosque.<br />
—¡Por aquí! —le gritó el pájaro al oír crujir<br />
las hojas secas bajo las patas <strong>del</strong> chacal.<br />
El pájaro se había posado sobre una roca<br />
blanca, cerca de la cual el chacal vio un trozo<br />
de carne.