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Arturo Córdova Just
Al acecho del relámpago
[fragmentos]
1.
El hombre viene de un quebranto,
de la delgada costumbre de lo vulnerable,
de un rasguño molecular,
del chapoteo cósmico.
2.
Somos la cardiografía por el deténgase o el continúe,
la punta en la garganta,
los casquillos en el antebrazo,
el vuelco de una taza en la trama sideral,
un traspié en la cuerda floja,
el resfrío de un universo que se infla,
la comicidad en una dramatización de títeres,
el cochecito con el que se divierte un jerarca menor,
el zumbido en torno de una lámpara,
el sobre que se olvida en el desván más polvoriento,
el digestivo para una sobremesa,
el espadachín con armas de cartón,
pata de palo,
proa hacia la nada,
hacia un grisáceo hemisferio de moluscos.
3.
El universo tiene fiebre.
Es suficiente una exhalación para encenderlo,
ampliar las ruinas donde el mono compartirá su plato con algún esclavo.
Como los calamares soltaremos tinta.
No nos encontrarán.
alforja 39 | invierno 2006
En la oscuridad total de las arenas aprenderé la lentitud de acariciarte,
haré una estatua.
Si te sacan del mar,
vas a derramarte desde lo más azul.
Los marineros se nutrirán de ti.
4.
La huida ya no funciona,
el viento tropieza con sus pies de tolvanera.
Soy como el líquido; jamás duermo.
Percibo lo urgente, no la dirección.
Rotos los cauces, la humedad ablanda los ladrillos.
El compás no culmina en lo redondo.
El aire arrecia, desgasta los rasgos de tu fisonomía.
Un edificio pierde pie,
el otro no quiere insistir en sus cimientos.
Envuelta por telarañas, imposible entornar la puerta.
Es un incendio el umbral donde las miradas convergen.
Al caminar chirrías.
A tu lado un murciélago dobla la esquina.
Pasa un segundo en un millón de años.
Se apagó la ciudad.
Chocan unos contra otros.
Las mujeres buscan ocultarse en el bosque.
Hay un abismo entre tu calle y la mía.
Exprimiremos los pañuelos para esculpir a la nostalgia.
5.
Orando en la caverna,
conozco el secreto que derrumba los contrafuertes;
sobresalgo por la desolación.
El aleteo se transformó en el huracán.
Descubrí las cicatrices en mi abdomen.
Soy una pera en el naranjo,
un alacrán sobre la nieve.
Años después,
he abierto los ojos en la sala de un museo.
miscelánea 79