11.05.2013 Views

Ver revista PDF - Alforja

Ver revista PDF - Alforja

Ver revista PDF - Alforja

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

9 Ibid., pp. 39-40.<br />

10 Ibid., pp. 29-30.<br />

11 De este profundo conocimiento<br />

dan testimonio<br />

sus clases como maestra<br />

de poesía y, sobre todo,<br />

sus talleres, en los que enseña<br />

a sus alumnos el manejo<br />

de las formas clásicas<br />

del verso medido y rimado,<br />

que ellos habrán de<br />

romper o pasar por alto si<br />

así lo escogen.<br />

12 Ochoa, cit. en Edna Gabriela<br />

Villicaña Moctezuma,<br />

Dualidad místico erótica<br />

en Retorno de Electra<br />

de Enriqueta Ochoa,tesis<br />

de licenciatura, Toluca,<br />

Universidad Autónoma<br />

del Estado de México,<br />

1989, p. 15.<br />

10<br />

armonioso devaneo, aunque el oído hunda su ancla en el otoño de una<br />

desgarradura domada por el canto. En el levísimo orbe de aves nostálgicas<br />

que son sus líneas más afortunadas, las razones del vuelo son razones<br />

de música. Mas no me entusiasmo demasiado: esa música a veces es<br />

música ruinosa y fría. La diversidad no se opone a la semejanza. Por eso<br />

no creo inútil ese largo rastreo que aquí concluye. Alguna hebra trágica<br />

o desgarrada forma parte de tejidos que se parecen. Lo que reaparece es<br />

lo semejante primigenio, lo semejante ancestral. La semejanza no coincidirá<br />

jamás con lo homogéneo; nunca podrá crear la copia. La irrepetible<br />

línea de cada rostro y la pluralidad de voces que pasan o han pasado<br />

por el ojo de la aguja de la poesía universal se tocan y entrecruzan<br />

por instantes pues tienen por asunto el ser humano acechado por el<br />

Óvalo del espejo. 9<br />

Y si se tocan las voces lejanas, cuanto más las de dos mujeres cuya obra<br />

trasciende en la misma época y en el mismo país, se tocan, en este caso,<br />

porque, como diría Jakobson, son paralelas por oposición. Mucho<br />

más sorprendente resulta el hecho de que Guzmán oponga también a<br />

la de Ochoa la poesía de Urquiza. La propia autora se considera heredera<br />

de la obra de Concha Urquiza, relación que resulta evidente después<br />

de la lectura de ambas obras. Sin embargo, es revelador el punto<br />

que Guzmán marca como distinto, como contrario: la forma.<br />

Si la excelencia técnica manifiesta en la utilización eficaz (pero no siempre<br />

creadora) de formas y moldes clásicos distingue y sitúa a la poesía de<br />

Concha Urquiza en un plano diferente y distante del que habita la propia<br />

Enriqueta, es la trabajada escultura que de Dios, esa roca invulnerable,<br />

van cincelando ambas densidades humanas desde su particular<br />

irrepetible miradura, lo que acerca poderosamente sus tentativas líricas.<br />

[…] Nada formalmente más lejano a la poesía de Enriqueta que la poesía<br />

de Concha Urquiza. Lo que en ésta es oficio, en aquella es instinto,<br />

revelación. 10<br />

Si sus antecesoras inmediatas, entre las que se sitúan, por supuesto,<br />

Concha Urquiza y Margarita Michelena, habían tenido que trabajar<br />

arduamente una estructura poética formal casi perfecta, que las hiciera<br />

valiosas a sus contemporáneos varones, Enriqueta Ochoa ya no siente<br />

necesidad de hacerlo. No desconoce las formas clásicas del verso;<br />

por el contrario, ha recibido en este aspecto una sólida formación y ha<br />

practicado las estructuras más recurrentes en castellano, 11 pero prefiere<br />

dejar de lado la pretensión de riguroso clasicismo formal, para<br />

crear una poesía libre, intensa, emotiva y que, de acuerdo con su poética,<br />

tiene más compromiso con el inconsciente que con el trabajo del<br />

consciente racional que rige la parte estructural de la forma. “Yo no<br />

me sentía cómoda en el rigor de las formas clásicas y así un día desaté<br />

las amarras y escribí mi primer poema en verso libre respirando a todo<br />

pulmón.” 12<br />

alforja 39 | invierno 2006<br />

Según afirma Rafael del Río en su ya tan mencionado texto de 1950,<br />

el lenguaje de Enriqueta Ochoa es “indirecto y sintético”; “conversacional”dirá<br />

años más tarde Guzmán, despojándose, a medida que avanza,<br />

de sus “excesos discursivos”. El propio Guzmán otorga a esta poesía<br />

los mismos adjetivos con que sus contemporáneos marcaban la poesía<br />

de María Enriqueta Camarillo a principios de siglo: “claridad y sencillez”,<br />

y la coatepecana sí hacía gala del manejo de las formas canónicas<br />

del verso. A diferencia de otras escritoras, anteriores o contemporáneas a<br />

ella, Ochoa elige una forma poética libre, ajena a los moldes del metro<br />

medido, de la rima consonante, alejada de las formas fijas, llámense liras,<br />

décimas, sonetos o redondillas. Pero esto no quiere decir que no<br />

exista una voluntad formal, una línea estructural en sus versos. Aunque<br />

no exista “ni arquitectura verbal, ni despliegue de opulencia técnica”,<br />

y “el movimiento interior de su alma se resuelva en palabra anhelante y<br />

desgarrada”. 13<br />

Es cierto que, como afirma Mario Raúl Guzmán, a la cadencia y entonación<br />

de los dolorosos versos de Ochoa les son ajenos las experimentaciones<br />

verbales y tipográficas, los juegos de palabras; sin embargo, esto<br />

no se debe a descuido o desconocimiento. Enriqueta Ochoa sigue revisando<br />

y corrigiendo su poesía. Por ejemplo, la segunda edición de<br />

Bajo el oro pequeño de los trigos suprime las asonancias. En sus Ensayos<br />

de poética, Roman Jakobson habla de la existencia de una característica<br />

dominante que ordena y da sentido a los demás elementos de una<br />

obra poética. 14 Es indudable que en la poesía que nos ocupa, en el nivel<br />

de la lengua del verso, la dominante es el ritmo:<br />

Como pocas, la poesía de Enriqueta posee una inaudita capacidad natural<br />

para engancharse al furgón cinético del ritmo. En casi todos sus poemas<br />

no existe la menor fisura acústica. Enriqueta se instala en el canto<br />

con absoluta armonía. El hallazgo del ritmo es para ella un camino absoluto.<br />

15<br />

Esta misma idea la sostiene Gabriela Villicaña, autora de una tesis en<br />

la que aborda la poesía de Ochoa desde la perspectiva mística: “En la<br />

poesía de Enriqueta Ochoa, todas las expresiones verbales son ritmo.”<br />

16 El ritmo de los poemas de Ochoa está basado en la supremacía<br />

de algunos metros por encima de los demás, esto es, si los versos no son<br />

isométricos —iguales—, sí son homométricos. 17 Y, además, en la colocación<br />

de los acentos dentro del verso. La misma poeta dice:<br />

Creo que lo único que la poesía actual no ha perdido es el ritmo. Aunque<br />

no los use, el poeta moderno no puede desconocer los metros<br />

porque son éstos los que dan el ritmo. Y conociéndolos se puede conservar<br />

mejor el ritmo, la música. Sin música, la poesía no es poesía,<br />

aquello que Borges llamaba cadencia, la colocación de los acentos. 18<br />

13 Mario Raúl Guzmán,<br />

op. cit., p. 27.<br />

14 “Un élément linguistique<br />

spécifique domine<br />

l’oeuvre dans sa totalité;<br />

il agit de façon impérative,<br />

irrecusable, exerçantdirectement<br />

son influence<br />

sur les autres éléments.”<br />

15 Mario Raúl Guzmán,<br />

op. cit., p. 15.<br />

16 Edna Gabriela Villicaña<br />

Moctezuma, op. cit., p. 16.<br />

17 Jean Cohen, Estructura<br />

del lenguaje poético,Madrid,<br />

Gredos, 1970,p.88.<br />

18 Esther Hernández<br />

Palacios, op. cit., p. 54.<br />

enriqueta ochoa 11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!