Caso Scala.pdf - Virus Editorial
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CASO SCALA. TERRORISMO DE ESTADO Y ALGO MÁS<br />
Mundo Diario, 1 de febrero de 1978<br />
Declaraciones del Ministro de Interior don Rodolfo Martín<br />
Villa<br />
... Sobre el terrorismo, hemos tenido en Barcelona cuatro sucesos, dos de<br />
ellos muy relacionados: el asesinato de don José María Bultó y el de don<br />
Joaquín Viola; y otros dos hechos también terroristas con origen distinto:<br />
uno, el del Papus, en el que parece que estaban implicadas personas<br />
pertenecientes a grupos ultra; y el del «<strong>Scala</strong>», en el que están los movimientos<br />
libertarios. Yo diría que de todos ellos a mí el que más me preocupa<br />
en este orden de cosas es este último; porque realmente ahí hay un cierto<br />
origen de los movimientos libertarios que circulan en Barcelona desde<br />
siempre. Es una amenaza que puede ser importante para la convivencia<br />
pacífica en Barcelona.<br />
*****<br />
El Correo Catalán, 3 de marzo de 1978<br />
Once inculpados<br />
Procesados en el caso «<strong>Scala</strong>»<br />
Dos autos de procesamiento por delitos relacionados con el atentado perpetrado<br />
el 15 de enero pasado que destruyó el restaurante-espectáculo<br />
«<strong>Scala</strong>», han sido notificados a los abogados de los inculpados.<br />
Según dichas fuentes se trata de un procesamiento por fabricación y<br />
tenencia de artefactos explosivos contra Javier Cañadas, José Cuevas, Arturo<br />
Palma, Joaquín Gambín, M.ª Pilar Álvarez y M.ª Rosa López y de un segundo<br />
procesamiento por terrorismo, en el que se piden mil millones en<br />
concepto de responsabilidad civil, para José Cuevas, Javier Cañadas, Arturo<br />
Palma, Luis Muñoz, María Teresa Fabres, Emilio Fortes, Francisco<br />
Martínez y Carlos González.<br />
*****<br />
En aquellos momentos, tras la detención y el posterior ingreso en prisión,<br />
nosotros no éramos conscientes de la trama que la prensa, en connivencia<br />
con el Estado y toda la izquierda política parlamentaria, estaba orques-<br />
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PRIMERAS NOTICIAS PUBLICADAS<br />
tando contra nosotros. Los únicos diarios que llegaban a la prisión eran La<br />
Vanguardia y ABC, que eran de uso exclusivo de los carceleros.<br />
Nosotros, encerrados entre las rejas y los muros de la cárcel, lo único<br />
que sabíamos era que el <strong>Scala</strong> no se había destruido con los seis cócteles<br />
molotov que arrojamos en la puerta principal de la sala y que los cuatro<br />
muertos no eran responsabilidad atribuible a nuestra acción directa.<br />
Nosotros sí que éramos testigos presenciales de nuestra acción y nosotros<br />
fuimos testigos presenciales de que nadie presenció nuestra acción y de<br />
que el fuego de aquellos cócteles molotov se extinguió tres minutos después<br />
de lanzarlos. De la misma manera que sabíamos que Pilar, Rosa y<br />
Maite estaban en la cárcel por el simple hecho de convivir con nosotros.