12.05.2013 Views

Untitled - Concursos de Cuentos

Untitled - Concursos de Cuentos

Untitled - Concursos de Cuentos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

PREMIOS REGIONALES<br />

H I S T O R I A S C A M P E S I N A S<br />

SEGUNDO LUGAR<br />

REGIÓN DEL LIBERTADOR GENERAL BERNARDO O’HIGGINS<br />

Leonardo Enrique Albornoz Peña<br />

47 Años<br />

San Vicente <strong>de</strong> Tagua Tagua<br />

LA ÚLTIMA TARDE<br />

Como todos lo veranos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía ya varios años, había salido aquella tar<strong>de</strong> a tomar el sol en su<br />

lugar preferido, una gran roca lisa junto al río, don<strong>de</strong> podía estirarse a su antojo mientras el<br />

sol bañaba su cuerpo que almacenaba el calor estival tan añorado durante el largo y frío invierno.<br />

Acostumbraba a moverse libremente sobre la cálida superficie sin temor <strong>de</strong> ser observada o interrumpida<br />

por miradas extrañas, pues sólo ella conocía ese lugar y el difícil camino que conducía<br />

hasta allí, don<strong>de</strong> permanecía día a día esperando que el sol comenzara a apagarse en el poniente<br />

para regresar a casa y po<strong>de</strong>r así disfrutar <strong>de</strong> la tibieza <strong>de</strong> cada atar<strong>de</strong>cer y <strong>de</strong> los hermosos colores<br />

<strong>de</strong>l crepúsculo que encendían el horizonte con una explosión anaranjada. Allí estaba, sumida en la<br />

observación <strong>de</strong> un insecto que volaba en torno suyo, cuando <strong>de</strong> pronto sintió algo frío que apretaba<br />

su cuello y salió disparada <strong>de</strong> la superficie caliente en que solía instalarse.<br />

Se sintió colgada por el cuello, al tiempo que sus ojos quisieron escapar, pero aún tuvo tiempo <strong>de</strong> ver<br />

una vez más el paisaje que había formado parte <strong>de</strong> su existencia hasta esa trágica tar<strong>de</strong>. Veía como<br />

todo comenzaba a girar a su alre<strong>de</strong>dor, a pesar que no era el mundo sino ella quien giraba. Luego,<br />

antes <strong>de</strong> que la soga la privara <strong>de</strong>finitivamente <strong>de</strong>l aire, recordaría esa primera y horrible sensación<br />

<strong>de</strong> muerte que llegó bajo los cálidos rayos <strong>de</strong>l verano y el instante en que vio pasar en torno suyo esa<br />

cara redonda y sonriente, con aquel gesto triunfador que penetró en sus pupilas que a duras penas<br />

lograban i<strong>de</strong>ntificar las formas, mientras luchaban <strong>de</strong>sesperadamente por no cerrarse para siempre.<br />

¡Si tan solo me hubiera ido cuando llegó esa primera ráfaga <strong>de</strong> aire frío!, pensó…, pero el calor <strong>de</strong><br />

la roca la hizo <strong>de</strong>cidir quedarse un rato más, sintiendo la tibieza que corría por su <strong>de</strong>snudo cuerpo<br />

que se agitaba bajo los últimos rayos <strong>de</strong> aquella tar<strong>de</strong>.<br />

Al completarse el primer giro, que pareció durar 4 horas, nuevamente apareció frente a ella el<br />

rostro altivo <strong>de</strong>l pequeño y orgulloso triunfador, que con vivos ojos observaba cada centímetro <strong>de</strong><br />

34

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!