Descargar - Dirección Cultural UIS - Universidad Industrial de ...
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Finaliza pidiendo confi rmar la sentencia apelada con<br />
con<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> costas. El 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1824 el fi scal<br />
ordinario, Nicolás Cuervo, basó en las cartas <strong>de</strong>l doctor<br />
Miguel Valenzuela su concepto <strong>de</strong> que éste había perdonado<br />
a su mujer el <strong>de</strong>lito cometido en su ausencia, por lo cual<br />
consi<strong>de</strong>raba toda la acusación injurídica e ilegal: “...no ha<br />
<strong>de</strong>bido imponerse pena alguna a dicha señora ni a Juan<br />
Bautista González su cómplice... y que la sentencia apelada es<br />
<strong>de</strong> revocarse por cuanto se ha dictado contra las terminantes<br />
disposiciones <strong>de</strong> las leyes...”.<br />
Eludió el fi scal manifestarse sobre la solicitud <strong>de</strong> embargo<br />
<strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> Valenzuela por estar atribuido a los<br />
gobernadores el conocimiento <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> secuestro y no<br />
ser <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong>l Tribunal Superior. De ello se notifi có<br />
a las partes el 5 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1824.<br />
Los magistrados Osorio, Sandino y Tobar, a quienes<br />
correspondió estudiar la apelación, conceptuaron que no<br />
constando que el matrimonio se hubiera reunido ni que la<br />
esposa hubiera aprovechado <strong>de</strong>l perdón ofrecido, era <strong>de</strong><br />
confi rmar la sentencia apelada, reduciéndose a sólo cuatro<br />
años la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> presidio hecha a Juan Bautista González<br />
y a cuatro los <strong>de</strong> reclusión a Micaela Mutis, imponiendo a<br />
ambos el <strong>de</strong>stierro perpetuo <strong>de</strong> Girón; así lo confi rmó la<br />
Corte Superior <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong>l Distrito Centro el día 28 <strong>de</strong><br />
julio <strong>de</strong> 1824.<br />
Pero la justicia tenía reservados otros recursos como el<br />
<strong>de</strong> súplica y el <strong>de</strong> nulidad, que esgrimidos por el <strong>de</strong>fensor<br />
surgieron inmediatamente. A todas esas, viendo cómo la pena<br />
iba disminuyéndose sin que lograra concluirse el insoportable<br />
juicio, Miguel Valenzuela ablandaba su actitud para pedir “...<br />
que dicha sentencia se reforme en la parte que pueda serme<br />
perjudicial o que no provoque el escándalo en los pueblos que<br />
han sido teatro <strong>de</strong> la iniquidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>lincuentes...”; pedía<br />
el regreso <strong>de</strong> González a la prisión, poniendo <strong>de</strong> presente<br />
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