julio - LiahonaSud
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De una transmisión vía satélite ofrecida en el Tabernáculo de Salt Lake.<br />
21 de febrero de 1999.<br />
Apacienta mis ovejas<br />
Presidente Gordon B. Hinckley<br />
"Es nuestra responsabilidad, la responsabilidad de cada uno de nosotros,<br />
alentar a toda persona que es bautizada y hacerle sentir la maravillosa<br />
calidez de este Evangelio de nuestro Señor".<br />
Mis queridos hermanos y<br />
hermanas: En primer<br />
lugar, deseo agradecerles<br />
el reunirse con nosotros en esta ocasión,<br />
por ello y por todo lo que<br />
hacen. Ustedes dan de su tiempo, de<br />
sus energías y de sus medios para<br />
que se lleve a cabo la obra del<br />
Señor. Yo sé que el Señor les ama<br />
por su devoción y por su disposición<br />
de hacer todo lo que se les pide que<br />
hagan.<br />
Considero que el hablarles es una<br />
magnífica y seria responsabilidad.<br />
Algunos han estado especulando<br />
que el presidente Hinckley va a<br />
anunciar un nuevo y asombroso<br />
programa, pero les aseguro que no<br />
es así. Mis hermanos del Quorum de<br />
los Doce, quienes están profundamente<br />
interesados en la obra misional<br />
en todo el mundo, me han<br />
pedido que comparta con ustedes<br />
mis sentimientos acerca de este<br />
asunto tan importante.<br />
En cuanto a la concurrencia que<br />
anticipábamos, éste probablemente<br />
sea el mayor número de personas que<br />
jamás se hayan congregado en relación<br />
con la obra misional. El tabernáculo<br />
está repleto; casi todos los<br />
59.000 misioneros regulares en todo<br />
el mundo podrán ver el desarrollo de<br />
esta reunión. Además, miles, centenares<br />
de miles de oficiales de la Iglesia<br />
que tienen interés y responsabilidad<br />
en esta obra se han reunido hoy para<br />
estar con nosotros o recibirán más<br />
tarde esta conferencia. Quiero advertirles<br />
que mi discurso va a ser un poco<br />
extenso. Soy un hombre anciano ya y<br />
no sé cuánto tiempo más habré de<br />
vivir, y por tanto quiero decir lo que<br />
tengo que decirles mientras posea la<br />
energía para hacerlo. No sé cuándo<br />
podré dar otra vez un discurso tan<br />
largo como éste. Voy a darles en realidad<br />
dos discursos, con un himno<br />
entre uno y el otro. En total, tomaré<br />
unos 40 minutos. Así que, habiéndoles<br />
advertido esto, quizás algunos de<br />
ustedes quieran ponerse cómodos,<br />
i Que duerman bien!<br />
Días pasados estuve hablando<br />
con uno de los conversos más entusiastas<br />
que jamás he conocido. Nos<br />
encontrábamos en Chicago para<br />
asistir a una reunión que congregó a<br />
unos 20.000 miembros de la Iglesia<br />
en el United Center, donde juegan<br />
básketbol los Chicago Bulls [Toros de<br />
Chicago]. Randy Chiostri, un miembro<br />
nuevo de la Iglesia, nos llevó de<br />
bibliotecasud.blogspot.com<br />
un lado a otro mientras estábamos<br />
allí. Durante los largos recorridos<br />
que pasamos en el pesado tráfico de<br />
Chicago, habló acerca de la obra<br />
misional, elogiando a la Iglesia como<br />
la institución más maravillosa del<br />
mundo, refiriéndose al Evangelio y<br />
al plan de salvación como la cosa<br />
más grande que jamás había recibido<br />
en su vida. Randy conoció la<br />
Iglesia cuando empezó a salir con<br />
Nancy. La llevó a cenar y en ésa, su<br />
primera cita, ella dijo que no bebía<br />
licor. No quiso tomar vino. Qué<br />
extraño, pensó Randy. Ella le explicó<br />
que eso era contrario a su religión.<br />
El fumar tampoco era aceptable.<br />
Entonces la religión de ella pasó a<br />
ser el tema de sus conversaciones.<br />
Se casaron al año de aquella primera<br />
cita, pero él no podía aceptar<br />
la religión de ella. Le tomó casi<br />
ocho años superar sus dudas. Una<br />
pareja de misioneros tras otra le<br />
enseñaron y, finalmente, fue favorecido<br />
por el Espíritu y se bautizó en<br />
marzo del año pasado.<br />
Randy visitó el Cerro Cumorah y<br />
también Nauvoo. Me dijo: "He visitado<br />
17 templos. Los he visto por<br />
fuera, pero todavía no he entrado en<br />
ninguno". Ha ido a cada templo que<br />
ha podido y ahora espera anhelosamente<br />
el día en que podrá visitarlos<br />
por dentro. Esa primera visita de él,<br />
en Chicago, tendrá lugar en abril próximo.<br />
Recibirá su investidura y al día<br />
siguiente él y Nancy serán sellados.<br />
A Randy lo pusieron a trabajar<br />
inmediatamente después de su bautismo.<br />
Fue ordenado al Sacerdocio<br />
Aarónico y unos nueve meses más<br />
tarde lo ordenaron eider en el<br />
Sacerdocio de Melquisedec. Ama a la<br />
Iglesia. Le apasiona el amor por el<br />
Evangelio, el cual ha pasado a ser su<br />
principal interés en la vida. No puede<br />
dejar de hablar al respecto. Todas las<br />
noches y todas las mañanas se pone<br />
de rodillas y agradece al Señor esa<br />
maravilla que ha recibido en su vida.<br />
Al escucharle, aprendí algunas<br />
cosas acerca de Randy. En primer<br />
lugar fue el formidable poder del<br />
ejemplo de un miembro de la<br />
Iglesia. Fue la estoica decisión de<br />
Nancy en aquella primera cita de<br />
que no tomaría licor ni vino lo que