MANUAL DE SUGERENCIAS PARA LA NOCHE DE HOGAR

"Pensé: 'Me imagino que es otro joven
que necesita mi ayuda. Iré y veré qué
puedo hacer'.
"Llamé a un taxi y me fui al hospital.
"Cuando llegué, los doctores me saludaron
con el saludo militar, y me sentí
muy importante. Las enfermeras me
trataron con mucho respeto y también
eso me agradó bastante.
"Me llevaron a un pequeño cuarto, y
cuando abrí la puerta vi a un joven
muy enfermo tirado en un catre. Lo
reconocí como uno de mis ex alumnos
de la Escuela Dominical en Cardston,
Canadá.
"Cuando me saludó, no lo hizo con el
saludo militar, sino que sencillamente
me dijo: 'Hermano Brown, pedí que
viniera porque deseo que use su autoridad
en favor mío'. Pensé, 'Bueno? esto
era lo que estaba esperando, ¿qué querrá/'
" 'Hermano Brown, como usted sabe,
mi madre es viuda, y yo soy el único
hijo que ella tiene; los médicos me
han dicho que no tengo remedio,
¿sería tan amable en devolverme la vida?'
"Pensé, ¡Pero ni el Rey de Inglaterra
podría hacerlo! ¿a qué se referirá?
"Entonces me dijo: '¿Podría darme una
bendición?'
"En ese momento . . . me pareció que
mi uniforme con insignia y todo se derretía,
y que estaba de pie frente a un
joven enfermo vestido con un uniforme
e insignia que indicaban una mayor
autoridad. No hubiera podido llevar
aquel uniforme del sacerdocio si
no se me hubiera dado autoridad. Me
quedé de pie allí pensando en esa autoridad,
y me sentí muy humilde pero
inspirado.
"Me acerqué al catre y me arrodillé al
lado del enfermo. Puse mis manos sobre
su cabeza y lo bendije de la siguiente
manera: 'En el nombre de Jesucristo
y por la autoridad del santo
sacerdocio, te bendigo y te prometo
que recuperarás tu salud y podrás regresar
al lado de tu madre'. Dios concedió
que se cumpliera esa promesa.
"Entré al hospital como un orgulloso
oficial británico, y cuando salí, lo hice
como un humilde élder mormón. Desde
ese entonces he tratado de recordar
que existe un poder y autoridad dado
al hombre, no por reyes o presidentes,
DIECINUEVE
sino por el Rey de reyes, y si vivimos
dignamente y no olvidamos que se nos
ha conferido dicha autoridad, podremos
ejercer ésta a favor de aquellos
que la necesiten." (Hugh B. Brown,
Be What you Will to Be, Brigham
Young University Speeches of the
Year, 14 de febrero de 1967, págs.
8-9.)
Lea el quinto Artículo de Fe. Después
pida que una persona lea Éxodo
4:10-16 y 28:1.
• ¿En dónde recibió Moisés su autoridad
para llamar a Aarón a la obra
del Señor?
• El Señor siguió este mismo procedimiento
cuando estaba aquí sobre la
tierra. Pida a uno de los presentes
que lea Juan 15:16.
Analice en qué manera los poseedores
del sacerdocio están organizados en
oficios para desempeñar su trabajo para
el cual han sido llamados (véase el capítulo
14, "La organización del
sacerdocio", de Principios del Evangelio,
pág. 77.)
Adapte la lección de acuerdo con las
edades de sus hijos.
Ordenanzas del sacerdocio
Prepare a su familia para las ocasiones
especiales cuando las ordenanzas del
sacerdocio o bendiciones se van a dar,
por ejemplo: bautismo, confirmación,
ordenaciones o bendiciones patriarcales.
Emplee la lección que corresponde
debida de la sección "Ocasiones
especiales", lecciones 27 a la 37.
En qué manera magnifican sus
llamamientos los poseedores del
sacerdocio
Utilice una lupa para demostrar el significado
de la palabra magnificar.
• ¿Qué es lo que se magnifica cuando
los hombres honran y usan su sacerdocio?
(Su vida y el servicio.)
Pida a los miembros de la familia que
sugieran diferentes maneras por las
cuales los llamamientos en el sacerdocio
se pueden magnificar. Si hay poseedores
del Sacerdocio Aarónico en
su casa, pídales que piensen en sus deberes
del sacerdocio y la forma en que
pueden magnificar sus llamamientos.
Repase Doctrina y Convenios
20:38-67.
Analice cómo es que honrar el sacerdocio
todo el tiempo lo puede preparar
para bendecir a su familia cuando se
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presenten emergencias o acontecimientos
especiales (véase Doctrina y
Convenios 121:36).
Honremos el sacerdocio
Los líderes del sacerdocio tienen la
responsabilidad de enseñarnos, aconsejarnos
y asesorarnos, así como también
el deber de presidir reuniones y efectuar
ordenanzas. Podemos acudir a
ellos cuando necesitamos ayuda o tenemos
problemas difíciles.
Analice con su familia la manera en
que los maestros orientadores, obispos
y presidentes de rama, presidentes de
estaca y las Autoridades Generales
pueden cumplir con estas funciones.
Puede utilizar tiras de papel en las cuales
haya escrito los oficios del sacerdocio,
uno a la vez. A medida que vaya
analizando cada oficio, pegue la tira a
un cartel o franelógrafo. También puede
utilizar la pizarra. Pida a los miembros
de la familia que sugieran maneras
por las cuales pueden honrar el
sacerdocio que un oficial tiene (por
ejemplo: escudriñando las Escrituras,
escuchando y siguiendo los consejos de
nuestros líderes, también leyendo discursos
de conferencias y apoyando a
los oficiales del sacerdocio.)
Trate de recordar consejos que los líderes
del sacerdocio les hayan dado y
con los cuales hayan sido bendecidos
usted y su familia.
El amor y el sacerdocio
Estas sugerencias podrán dar buenos
resultados con los adolescentes y los
adultos.
Lea y estudie Doctrina y Convenios
12:8, 121:41-42 y 1 Corintios 13 (en
varios pasajes de las Escrituras, la caridad
significa "amor por nuestros
semejantes").
Pida a los miembros de la familia que
poseen el Sacerdocio de Melquisedec
que describan una o dos de sus responsabilidades
referentes al servicio a sus
semejantes. Después indíqueles que
mencionen la forma en que las Escrituras
se aplican a la manera en que
ellos desempeñan sus responsabilidades.
Si no hay poseedores del sacerdocio en
su familia, analice la manera en que
estos pasajes se pueden aplicar a nosotros
como maestros, líderes, o miembros
de la familia. Asegúrese de que
no haya ningún comentario negativo
referente a los líderes del sacerdocio.