MANUAL DE SUGERENCIAS PARA LA NOCHE DE HOGAR

Ayudemos a los
miembros de la
familia a vivir el
evangelio
Algunas veces pensamos que
si hubiera una fórmula instantánea
o una receta mágica,
ésta cambiaría eficazmente el
comportamiento de un miembro
de la familia. Los cambios que
perduran son sólo aquellos que resultan
de vivir principios correctos.
El Señor indicó a todos los
poseedores del sacerdocio la forma
en que este poder e influencia deberían
utilizarse (véase D. ,y C.
,121:41-46). Podemos utilizar algunas
de las virtudes que El mencionó,
por ejemplo: persuasión, longanimidad,
benignidad,
mansedumbre y amor sincero, para
enseñar y guiar a nuestros hijos y
a otras personas. Por lo contrario,
no enseñaremos a nuestros hijos,
ni les estaremos ayudando para
que cambien su comportamiento,
cuando utilizamos lo opuesto a las
virtudes antes mencionadas, como
el sarcasmo, el temor, la humillación,
la fuerza, la impaciencia, el
enojo, la severidad y el orgullo.
De hecho, sabemos que es Satanás
y no nuestro Padre Celestial el
que desea que utilicemos la fuerza
y la hostilidad.
Por medio del estudio de las Escrituras,
podemos aprender a ser mejores
padres siguiendo el ejemplo
de nuestro Padre Celestial en su
trato con sus hijos; en contraste,
podemos aprender lo que no debemos
hacer como padres observando
los métodos que utiliza Satanás.
¿Qué podrían aprender de la
siguiente lista comparativa para
ser mejores padres y cónyuges?
La manera del Señor
Amor sin medida significa: caridad,
velar por el bienestar de los demás a
pesar de los errores que cometan.
Aceptación: Ver a los demás desde
el punto de vista de una perspectiva
eterna, juzgar con compasión.
Integridad: Ser honrados,
comprometernos personalmente a
vivir en rectitud.
Persuasión: Enseñar con compasión;
bondadosamente'mostrar las ventajas
y desventajas de una situación.
Bondad: No tratar a los demás con
severidad.
Confianza: Permitir que los demás
ejerzan su libre albedrío para escoger
lo bueno o lo malo y aceptar las
consecuencias.
Responsabilidad: Reconocer y asumir
su papel en cada situación,
incluyendo el arrepentimiento por
acciones erróneas.
Mansedumbre: Humildad, sin
resentimientos y dócil para aprender.
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La manera de Satanás
Fuerza física: Usar injustamente la
fuerza física, hostilidad.
Culpar a otros: Condenar las faltas
de otros sin compasión.
Acusación: Provocar el sentido de
culpabilidad, recordar a las personas
acerca de sus errores para hacerlos
sentir mal y así poder
autojustificarse.
Intimidar: Gobernar por medio del
amedrantamiento.
Amenazas: Expresar el deseo de
dañar física o emocionalmente a
otros.
Orgullo: Vanagloriarse predicando
principios acerca de la moral y
condenando a otros.
Irresponsabilidad: Rechaza aceptar la
responsabilidad por las cosas que
hace.
Arrogancia: No se puede enseñar,
orgulloso y pesimista.