Pierre Buis - El Levitico (Cuadernos Biblicos).pdf - Comunidad de ...
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- prescripciones rituales: w. 5-10.19-26a;<br />
- exigencias <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cálogo: w. 3.4.11.12.30a (padre<br />
y madre; sábado; ídolos, robo/rapto; falsos juramentos);<br />
- exigencias <strong>de</strong> justicia: w. 15.33-36a;<br />
- respeto a los débiles: w. 13.14.32;<br />
- amor al prójimo: w. 16-18.34.<br />
Para las primeras prescripciones es fácil encontrar<br />
equivalentes en el Código <strong>de</strong> la alianza (Ex 21-23), en el<br />
Código Oeuteronómico (Ot 12-25) Y en otros textos aislados<br />
(Ex 34,17-26; Dt 27,14 -26). La aportación original<br />
<strong>de</strong> este capítulo es codificar el amor al prójimo, llevado<br />
hasta el rechazo <strong>de</strong>l odio y la venganza (cf. recuadro).<br />
EXPLICACIONES<br />
- v. 3: «Respetad a vuestros padres y guardad mis<br />
sábados». Aquí se reconocen las palabras <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cálogo<br />
<strong>de</strong> Dt 5,12-16, pero en or<strong>de</strong>n inverso.<br />
- w. 5-8: «Cuando ofrezcáis al Señor un sacrificio<br />
<strong>de</strong> comunión... » Encontramos las prescripciones <strong>de</strong><br />
26<br />
7,15-18, pero con un motivo complementario: eso<br />
sería «profanar lo que está consagrado al Señor».<br />
- w. 9-10: «Cuando hagáis la recolección <strong>de</strong> vuestras<br />
tierras, no segaréis hasta la misma orilla <strong>de</strong>l campo.<br />
No recogerás las espigas caídas». No se trata <strong>de</strong><br />
recolecciones olvidadas, sino <strong>de</strong>jadas voluntariamente.<br />
Sin duda, era una costumbre cananea: ofrenda o<br />
canon al espíritu señor (ba'a/) <strong>de</strong>l campo. En lugar <strong>de</strong><br />
prohibir esta práctica, es transformada en gesto <strong>de</strong><br />
ayuda mutua (cf. Dt 24,19-22).<br />
- v. 12: «No juréis en falso por mi nombre, pues sería<br />
profanar el nombre <strong>de</strong> tu Dios». Esta precisión, que<br />
correspon<strong>de</strong> a una prohibición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cálogo (Ex 20,7),<br />
vale sin duda para todas las prohibiciones.<br />
- v. 14: «No mal<strong>de</strong>cirás al mudo». Mal<strong>de</strong>cir a un<br />
sordomudo es una agresión ruin, pues la víctima no<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse ni neutralizar la maldición.<br />
- v. 15: «No proce<strong>de</strong>rás injustamente en los juicíos».<br />
Esto pue<strong>de</strong> concernir a cualquier ciudadano<br />
adulto, pues la justicia se llevaba a cabo por la asamblea<br />
<strong>de</strong> los ancianos <strong>de</strong> la ciudad.<br />
«AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO» (Lv 19,18)<br />
Este mandamiento s610 figura en el Levítico. Las tradiciones<br />
judía y cristiana vieron en él el mandamiento más importante<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong> amar a Dios, y lo esencial <strong>de</strong> la Ley<br />
revelada. «Cualquier otro {mandamiento] que pueda existir se<br />
resume en éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. <strong>El</strong> que<br />
ama no hace mal al prójimo; en resumen, el amor es la plenitud<br />
<strong>de</strong> la Ley» (Rom 13,9-10).<br />
Nuestro texto no se contenta con esta fónnula; <strong>de</strong>talla las<br />
aplicaciones <strong>de</strong>l amor fraterno. En primer lugar, su aspecto negativo,<br />
que se cita frecuentemente bajo la fonna ofrecida por el<br />
anciano Tobías: «No hagas a nadie lo que a ti te <strong>de</strong>sagrada»<br />
(Tob 4,15). Más que esta fonnulación, el Levítico <strong>de</strong>talla varias<br />
aplicaciones: violencias a los impedidos, injusticias, calumnias<br />
(vv. 11.13-16). Más aún, con<strong>de</strong>na la fonna <strong>de</strong> violencia que<br />
parecería más justificada y que en varias civilizaciones es consi<strong>de</strong>rada<br />
como un <strong>de</strong>ber sagrado <strong>de</strong>l honor: la venganza. Se<br />
recuerdan los ejemplos <strong>de</strong> Moisés, intercediendo por el pueblo<br />
que quería suprimirlo (Nm 14,1-19), o <strong>de</strong> David, perdonando a<br />
Saúl, que le perseguía (l Sam 24 y 26). La Ley también trataba<br />
<strong>de</strong> limitar las consecuencias <strong>de</strong> esta costumbre <strong>de</strong> la venganza<br />
con la institución <strong>de</strong> las «ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> refugio» para los homici-