apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
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al mismo tiempo. Se ofrece y está al alcance de quienes la buscan (LAi 2,<br />
12, 33).<br />
– Hay que buscar la verdad con empeño <strong>para</strong> que su encuentro produzca<br />
mayor satisfacción. Y hay que disfrutarla sin hastío <strong>para</strong> seguir buscando<br />
con afán siempre nuevo (Tri 15, 2, 2).<br />
– Conforme progresa la persona interior, de tal modo se transforma, se<br />
renueva y mejora que toda ella vuelve a su integridad (VR 41, 77).<br />
– No es lo mismo tener ojos que mirar, ni mirar que ver. El alma necesita tres<br />
cosas: tener ojos, mirar, ver. No es lo mismo oír que escuchar, ni escuchar<br />
que entender (Sol 1, 6, 12).<br />
– Ama, busca, consigue, abraza y guarda no tal o cual escuela de sabiduría,<br />
sino la sabiduría sin aditivos, por sí misma y en sí misma (Con 3, 4, 8).<br />
– En la búsqueda de la verdad, el primer paso es la humildad. El seg<strong>un</strong>do,<br />
la humildad. El tercero, la humildad. Y el último, la humildad. Y cuantas<br />
veces me preg<strong>un</strong>tes, otras tantas te diré lo mismo (Car 118, 3, 22).<br />
– Apetecemos las cumbres. Para ser grandes aceptemos lo pequeño. Observad<br />
el árbol: crece hacia abajo <strong>para</strong> crecer luego hacia arriba. Primero<br />
clava su raíz en la humildad de la tierra, <strong>para</strong> lanzar luego al cielo su<br />
picota (Ser 117, 17).<br />
– Si quieres ser grande, comienza por ser humilde… Cuanto más alto se<br />
planifica <strong>un</strong> edificio, tanto más prof<strong>un</strong>dos han de ser los cimientos. Antes<br />
de subir los edificios los cimientos bajan; de forma que la grandeza se<br />
hace pequeña, y la pequeñez grande (Ser 69, 2).<br />
– No tratemos de <strong>para</strong>r en el camino, o de volvernos atrás, o de desviarnos de<br />
la ruta. El que se <strong>para</strong>, no avanza. El que añora el pasado, vuelve la espalda<br />
a la meta. El que se desvía, pierde la esperanza de llegar. Es mejor <strong>un</strong><br />
cojo en el camino, que <strong>un</strong> buen corredor fuera de él (Ser 169, 18).<br />
– No hagamos como la serpiente obstinada que se tapa los oídos con la<br />
cola. Que nada del pasado nos impida escuchar el presente, ni las cosas<br />
presentes nos impidan pensar las futuras. Movámonos con decisión hacia<br />
el porvenir (Ena 66, 10).<br />
– No seas indolente <strong>para</strong> escudriñar el ser de Dios, buscándole ya en su<br />
Escritura, ya en la criatura (Tri, 2, 1).<br />
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APUNTES PARA UN ENEAGRAMA AGUSTINIANO