apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
vida en onda de oración fomenta actitudes receptivas, de escucha y de<br />
solidaridad.<br />
Habla San Agustín<br />
– La oración es <strong>un</strong>a conversación con Dios. Cuando lees la Biblia, te habla<br />
Dios; cuando oras, hablas tú con Dios (Ena 85, 7).<br />
– Orar es amar en la alabanza, y alabar en el amor (Ena 147, 3).<br />
– Ora bien, quien vive bien (Ord 2, 19, 51).<br />
– Hay <strong>un</strong>a oración interior que no cesa n<strong>un</strong>ca: es el deseo. No interrumpas<br />
tu deseo y no interrumpirás tu oración. Mantén vivo tu deseo. Tu deseo<br />
mantenido es tu oración continua. Sólo calla quien deja de amar. El frío<br />
del amor es el silencio del corazón, y el fuego del amor, el clamor del<br />
corazón. Si tu amor está siempre encendido, siempre clamas. Si clamas<br />
siempre, siempre deseas. Y si deseas siempre, siempre oras (Ena 37, 14).<br />
– Vive de manera que tu vida sea <strong>un</strong>a oración. Canta a Dios con la boca,<br />
salmodia con las obras. No te contentes con recitar salmos e himnos. Pon<br />
en tus manos el salterio de las buenas obras (Ena 91, 3).<br />
– Vive bien, quien ora bien (Ena 85, 7).<br />
– Para arruinar la salud, te sobra tu esfuerzo. Para recuperarla, necesitas la<br />
ayuda del médico (Ser 156, 2).<br />
– Dios quiere dar, pero sólo da al que pide y quiere recibir. Quien no pide,<br />
tampoco quiere recibir (Ena 102, 10).<br />
– ¡Oh amor, que siempre ardes y n<strong>un</strong>ca te extingues! ¡Caridad, Dios mío,<br />
enciéndeme! Mandas la continencia, ¿no? Pues da lo que mandas y manda<br />
lo que quieras (Con 10, 29, 40).<br />
– Dos cosas hay que evitar en la oración: pedir lo que no debemos y pedir<br />
a quien no debemos (Ser 56, 2).<br />
– Clama a Dios en tu corazón. Allí te oye. Y, si pecas donde sus ojos te<br />
miran, clama donde sus oídos te escuchan (Ser 161, 7).<br />
– Cuando pides a Dios dinero, posición social o ventajas materiales, no<br />
invocas a Dios <strong>para</strong> que purifique tus deseos, sino <strong>para</strong> hacerle comparsa<br />
tus ambiciones (Ena 85, 8).<br />
894<br />
APUNTES PARA UN ENEAGRAMA AGUSTINIANO