apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
fortante, tan fructífera como indispensable <strong>para</strong> retornar a la esencia<br />
del espíritu, <strong>para</strong> viajar y reconocerse en prof<strong>un</strong>didad, y <strong>para</strong> rescatar<br />
nuestra identidad más auténtica en todas sus reverberaciones.<br />
La interioridad enfila hacia la realidad f<strong>un</strong>dante y frontal, revelando<br />
analogías y a vueltas con el Ser y los demás seres, ya como parábola, ya<br />
como <strong>para</strong>doja. Sin interioridad no son posibles referencias ni relaciones<br />
auténticamente teológicas, ecológicas o antropológicas.<br />
La interioridad agustiniana camina por los paisajes de la introspección<br />
en soliloquio, por donde afloran las nociones eternas de las cosas<br />
y se reactivan los vestigios metafísicos divinos; los paisajes en los que<br />
surge la inquietud del corazón que experimenta insatisfecho el fragmento<br />
relativo y se ordenan los valores en su justa jerarquía, los paisajes<br />
en donde se busca el original del que procede la persona y al que<br />
tiende como a fin, nostalgiando paz en plenitud y lo absoluto.<br />
A modo de refranero<br />
– Poco importa cuánto tienes * Lo que importa es qué tal eres (Ser 23, 3).<br />
– Lo que yo soy de verdad * lo soy en mi intimidad (Con 10, 3).<br />
– Sé de mi mismo tan poco * que no sé ni lo que ignoro (Con 11, 25).<br />
– Para no andar por las ramas * ten raíz prof<strong>un</strong>da y sana (Ena 79, 2).<br />
– No vas a Dios caminando * sino amando (Car 155, 13).<br />
1.1. Soliloquio<br />
Cuando la interioridad actúa soplando sobre las propias ascuas, se inaugura<br />
<strong>un</strong> soliloquio que va más allá de la fonología. En el soliloquio reverberan<br />
evocaciones y gérmenes de realidades insospechadas. En el soliloquio<br />
vibra lo entrañable de la persona como en <strong>un</strong>a guitarra. El soliloquio<br />
auténtico y sincero es susurro, melodía y grito, método <strong>para</strong> descubrir las<br />
cosas y ordenar valores o estimaciones en armoniosa jerarquía. Por el soliloquio<br />
la persona reactiva la aventura de la consciencia atenta y se torna<br />
receptiva, discernidora, dinámica y trascendida. A través del soliloquio<br />
los vestigios metafísicos divinos subyacentes se desvelan multívocos; y<br />
cuando acompaña la sensibilidad y la nobleza, es posible oír la voz de la<br />
verdad entreverada: <strong>un</strong>as veces como fragmento, otras como sugerencia y<br />
siempre como incitación inacabada.<br />
874<br />
APUNTES PARA UN ENEAGRAMA AGUSTINIANO