13.05.2013 Views

apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura

apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura

apuntes para un eneagrama agustiniano - Revista Religión y Cultura

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

HERMINIO DE LA RED VEGA<br />

nante, gustando los arpegios y las sorprendentes variaciones en espera<br />

del acorde perfecto del Cristo Total. Quedarse en el detalle de lo inmediato<br />

es como percibir <strong>un</strong> rasgo del mosaico, escuchar <strong>un</strong>a nota suelta<br />

de la melodía u oír <strong>un</strong>a palabra aislada del discurso. Y dejarse impresionar<br />

por lo oscuro y los contrap<strong>un</strong>tos tergiversa el cosmos en mostrenco<br />

enigma. Los fragmentos n<strong>un</strong>ca satisfacen, igual que los p<strong>un</strong>tos<br />

sin acordes y las palabras inconexas. La persona humana aspira siempre<br />

a perspectivas y horizontes de plenitud y perdurables. También<br />

rehuye tanto las estridencias como las visiones maniqueas. Y cuando<br />

se conf<strong>un</strong>den medios y metas se padece la desventura de absolutizar lo<br />

relativo. Pero cuando en la soledad sonora se distingue el centro de la<br />

periferia, se captan rumores y nostalgias trascendentes. En los paisajes<br />

interiores de la persona humana, j<strong>un</strong>to con la inquietud, brota <strong>un</strong>a<br />

constelación de valores palpitantes. Los intuye y los acoge el corazón<br />

antes que la mente. Primero los siente el corazón, los purifica y dinamiza.<br />

En el corazón se contemplan y se viven de manera sorprendente<br />

y ascendente. Una ascensión no espacial, sino afectiva; más sugerida<br />

que impuesta, y aceptada por amor y rubricada con la sangre del compromiso<br />

fiel de la propia existencia.<br />

Cierto que la filosofía y la teología han padecido, durante casi 70<br />

años, desganas metafísicas. Pero también es cierto, como premonitoriamente<br />

an<strong>un</strong>ciaron otros, que se está volviendo a redescubrir que el<br />

pensar las experiencias de la vida es tan imprescindible como sentir y<br />

buscar motivaciones. Y que el sentido práctico sin inteligencia arrastra<br />

al cinismo de las decisiones más irresponsables.<br />

En la biografía agustiniana Ser y yo aparecen siempre j<strong>un</strong>tos. Y dentro<br />

del yo, en la realidad prof<strong>un</strong>da e íntima, aflora y se manifiesta Dios atrayendo<br />

y moviendo la vol<strong>un</strong>tad. Pero a la persona agustiniana, biográficamente,<br />

le importa más la actitud que lo que logra; más la vol<strong>un</strong>tad que el<br />

hecho, más lo esperado que lo poseído. Por eso es pobre en espíritu, fiel y<br />

obediente en las urgencias. Desde la razón y la fe su vida se cohesiona:<br />

pensar y confiar, mente y corazón buscan la Verdad por amor. Una Verdad<br />

que está siempre adelante. Y también sabe y comprueba que los caminos<br />

están sembrados de ídolos arrumbados. Por eso ante las preg<strong>un</strong>tas más<br />

com<strong>un</strong>es la persona que se inspira en la biografía agustiniana busca sin<br />

quedarse en las respuestas retóricas de cualquier Fausto. Por eso, admitiendo<br />

la información, la erudición y la autoridad, ratifica con Platón que<br />

897

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!