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la exclusividad de ejercicio en la botica hospitalaria, al
no señalar la obligación de que el boticario resida en el
Compás, ni se hace mención de que hubiera vivienda asigna-
da para él, como tampoco ocurría con los otros profesio-
nales como el médico, cirujano, etc. Tampoco se señalaba
la incompatibilidad del ejercicio en el hospital con el
hecho de tener botica abierta en la ciudad; el cirujano y
el barbero sí tenían sus “tiendas” fuera del hospital.
111-2-3. Reglamento del año 1.851
El presente “Reglamento” fue dado para regular
el régimen interior de las enfermerías de la Real Casa del
Hospital del Rey, y aprobado por S.M. por Real Orden de 23
de agosto de 1.851 (185).
Después de soportar un cierre del hospital im-
puesto por la reforma que se quería dar a la atención
sanitaria para los enfermos, reunificando la hospitaliza-
ción en una sola institución administrada bajo la Junta
Municipal de Beneficencia, se hacían necesarias unas nor-
mas de funcionamiento que permitieran que el hospital
siguiera dando el servicio a los necesitados como lo había
hecho hasta ese momento y con los cambios a los que
necesariamente debía adaptarse, tras la separación del
Hospital de San Juan, ante la insistencia de la Abadesa de
las Huelgas. Ahora mAs que nunca, la dependencia de la
Corte era total, aun cuando se seguía reconociendo la
autoridad de la Abadesa.
En el momento de redactar este nuevo “Reglamen-
to” se regulaba la situación de una nueva etapa para el
hospital; son tres siglos los que separan el presente
“Reglamento” de las “Definiciones” pasadas, mas próximas
halladas, aun cuando pensamos que en este tiempo se pudie-
ron redactar otras normas estatuarias en las diferentes
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