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visitas que sabemos se hicieron al hospital, pero se
seguía haciendo referencia a las firmadas en 1.540. Por
el periodo tan grande de tiempo transcurrido son muchos
los cambios que podemos observar, aunque, en conjunto, se
sigue un orden semejante. El presente “Reglamento”, pier-
de la minuciosidad del anterior, para tratar mas concreta-
mente los mismos puntos, a través de sus 8 capítulos y sus
artículos correspondientes.
En el capítulo segundo y en su artículo quinto
se hace referencia a las obligaciones del médico y del
enfermero en relación a las medicinas prescritas y al
orden que debía tener la botica. Se pide al farmaceutico
que tenga las medicinas “de la mejor calidad puesto que la
fundación no se economiza gasto alguno para tan laudable
objeto y en el caso de que algún medicamento fuese de mala
calidad procuraran que no se administre, advirtiéndolo con
urbanidad por primera vez, y caso de reincidir en igual
falta, se pondrá en conocimiento de S.l. por el conducto
de la Contaduría, para los efectos convenientes”; quedaba
a la atención del médico el cumplimiento de lo ordenado,
perdiendo autoridad el enfermero, que ya no era la figura
de Enfermero Mayor - Comendador de los años anteriores a
la exclaustración. Ahora, el enfermero se encargaba de
que las jarras y vasijas que debían llevarse a la botica
para poner en ellas las medicinas, estuviesen escrupulosa-
mente limpias; velaba porque a cada enfermo se le adminis—
trara su medicina en la cantidad señalada y a una hora
determinada.
El capitulo cuarto titulado: “Del Farmaceutico”
se compone de Y artículos, en él se reitera lo expuesto en
las escrituras de contrato a la entrada de cada nuevo
boticario. Correlativamente con el conjunto de artículos
del “Reglamento”, éstos corresponden a los números 45 al
51, ambos inclusive, que pasamos a resumir (Fig. 66).
En el artículo 45 se ordena al farmaceutico que
acuda a las enfermerías a la hora de las visitas del
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