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estar bajo la administración de un Abad o una Abadesa,
respectivamente. En concreto, la botica del Hospital del
Rey sufrió varias visitas como una dependencia más de la
institución y practicadas por personal designado bien
desde la Corte o por la Abadesa de las Huelgas; sólo se
conoce una ocasión, en 1.818, en que se practicó una
Visita General de la botica, efectuada por el boticario
Miguel de Villegas.
8) Entre las visitas practicadas a la botica del
Hospital del Rey destacan la de 1.500 en que se observa
que se trataba de una dependencia excelente por su diseño
y por su dotación de drogas y utillaje; la de 1.597, con
objeto de inspeccionar las pesas y medidas de todos los
establecimientos de la ciudad de Burgos que precisaban de
estos instrumentos, y que tuvo como consecuencia la imposición
de una multa por no tenerlas bien equilibradas y
soldadas; en 1.611 en que la Abadesa fl¡ Ana de Austria
ordenó se practicara una visita al hospital, siguiendo en
esta botica el protocolo de la Visita General, hallándose
faltas en las pesas y medidas, así como en la elaboración
de los medicamentos; y por último la relalizada en 1.840
en que se inventarió la botica como paso previo para
proceder a su subasta, describiendo las salas que la
componían, sus puertas, ventanas y dotación.
9> El primer boticario del que se sabe que
ejerció en el Hospital del Rey fue fl2 Lope, que ya lo
estaba el año 1.500; el último, y quien más prolongados
servicios prestó, fue Pedro Vergara Cifuentes quien estuvo
desde 1.875 a 1.929 en que fallecio; sin embargo, fue bajo
la dirección de Manuel Pérez de Limpias que ejerció como
maestro boticario de 1.714 a 1.758 y antes había sido
mancebo de la botica, alcanzando un gran auge debido a su
protesionalidad coincidente con una época de buena dota-
ción presupuestaria para la institución y posiblemente a
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