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no del hospital; José Fernández de Hortega, flobotomiano y
sangrador en el hospital; Jose Gutiérrez de Castañeda,
boticario del hospital, que decía tener unos 45 años de
edad. Todos hicieron las mejores declaracioens del mance-
bo, que posteriormente ejerció en la burgalesa villa de
Poza de Sal (5).
5 - Joaquín López Díez - Presentó información ante Tomé
González el día 23 de noviembre de 1.725. Era hijo de
Pedro López y de María Díez vecinos de Santa Maria de
Rivarredonda, y entró en el hospital para practicar el
arte de boticario junto a Manuel Pérez de Limpias, “boti-
cario titular del Real Monasterio de las Huelgas y Compa-
ses”, con quien estuvo cuatro años. Como testigos figuraban:
Juan de Pasamonte, médico del hospital y de Huelgas,
quien conocía de trato al mancebo “a quien considera por
avil y capaz para poder por si administrar o regir qual-
quiera botica por estar muy bien practicado, leer muy bien
los recetarios, componer bien y según arte las medicinas
compuestas de todos géneros, conocer bien las yerbas y
destilarías, sacar quintaesencias, y todo lo sabe el que
propone por averío visto hacer con gran desaogo en ausen-
cia y presencia de su maestro, y preguntándole cosas
exquisitas de que le ha dado buena razón, además de los
practicables y así le parece al testigo puede pasar a
solicitar el examen de boticario y grangear título de 5.
Mag. y otros señores de dicho Protomedicato, abrir y
gobernar por si botica propia suya o ajena, admitiendo
discípulos y mancebos para enseñarles el referido arte
Otros testigos fueron Bernardo Sainz Escolar y
Jacinto Astola, cirujano y barbero del hospital, respecti-
vamente.
Al final, el boticario Manuel Pérez de Limpias
presentó un informe ensalzando al discipulo del que además
dice que tiJoachin López es temeroso de Dios” (6).
6 - Francisco García y Pérez - Presentó información el día
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