p. ángel peña oar san juan macías lima – perú - Dios te llama
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INTRODUCCIÓN<br />
San Juan Macías es un <strong>san</strong>to de todos y para todos. Tuvo muchos dones<br />
sobrenaturales de <strong>Dios</strong> e hizo muchas peni<strong>te</strong>ncias, pero fue un <strong>san</strong>to sencillo. Fue<br />
un <strong>san</strong>to para los pobres, los enfermos, las viudas y los huérfanos y, en especial,<br />
para los más marginados de la Lima de su tiempo.<br />
Los indios y los negros eran sus amigos, pero también los pobres y los<br />
ricos españoles. A todos amaba con amor de padre y a todos los ayudaba. A los<br />
pobres les daba de comer todos los días. A los ricos les pedía limosnas para los<br />
pobres y los ayudaba y consolaba en sus tribulaciones. Todos acudían a él en<br />
busca de un consuelo o de una ayuda.<br />
Oraba mucho por las almas del purgatorio. Por ello alguien le ha <strong>llama</strong>do<br />
el ladrón del purgatorio. Según cuentan algunos <strong>te</strong>stigos de plena confianza,<br />
<strong>Dios</strong> le había revelado que había liberado hacia el final de su vida un millón<br />
cuatrocientas mil almas del purgatorio.<br />
Era un fraile humilde que se pasaba todo el día en oración, mientras<br />
cumplía sus obligaciones de por<strong>te</strong>ro. Siempre estaba con el rosario en la mano. Y<br />
cuando se celebraba misa en la iglesia, procuraba ir siempre que no se lo<br />
impedían sus obligaciones. Y cuando no podía asistir, al momento de la<br />
consagración, al oír la campanilla, se ponía de rodillas y veía, como en <strong>te</strong>levisión,<br />
la misa que se celebraba en la iglesia.<br />
<strong>Dios</strong> manifestó su amor al humilde Juan, dándole como compañero desde<br />
su infancia al apóstol <strong>san</strong> Juan evangelista y concediéndole muchos dones como<br />
el del conocimiento sobrenatural y el de hacer milagros.<br />
Ojalá aprendamos con el ejemplo de su vida a vivir nuestra fe en plenitud<br />
y a buscar la felicidad en amar, servir y hacer el bien a todos los que nos rodean.<br />
Nota.- Al citar Meléndez nos referimos al padre Juan Meléndez, que conoció al <strong>san</strong>to<br />
cuando era joven, y escribió su biografía en su libro Tesoros verdaderos de las Indias,<br />
tomo III, libro IV, Roma, 1682.<br />
Al citar el <strong>te</strong>xto nos hemos permitido algún pequeño cambio de palabras sin cambiar el<br />
sentido para en<strong>te</strong>nder mejor el relato.<br />
También nos hemos servido del libro Juan Macías del padre Salvador Velasco, quien<br />
tuvo acceso a un volumen impreso en Roma en 1727, que incluye los dos Procesos,<br />
dioce<strong>san</strong>o y apostólico.<br />
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