15.05.2013 Views

La política está en otra parte

La política está en otra parte

La política está en otra parte

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

otro, echando maldiciones y codazos, como si una temible sir<strong>en</strong>a hubiese<br />

anunciado la proximidad de una escuadrilla de aviones voraces. Hablo con<br />

Angel, del Movimi<strong>en</strong>to Campesino de Santiago del Estero (MOCASE),<br />

para ratificarle mi viaje a la ciudad de Quimilí; reimos del epigráfico rapto<br />

de sabiduría que ha t<strong>en</strong>ido el ministro Jorge Remes L<strong>en</strong>icov: “El corralito<br />

es un problemón”. Es dable atribuir tamaña muestra de ing<strong>en</strong>io a las<br />

contínuas reuniones que ha mant<strong>en</strong>ido con el <strong>en</strong>viado del Fondo<br />

Monetario Internacional, el indio Anoop Singh, un hombre de rostro<br />

s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te impar al que Raúl Alfonsín, con raro ímpetu, le ha deseado<br />

la mejor de las suertes e infundido fuerza. No, no debe de ser fácil<br />

<strong>en</strong>frascarse <strong>en</strong> una conversación grave con el protagonista de <strong>La</strong> fiesta<br />

inolvidable sin caer <strong>en</strong> la carcajada, una risa estru<strong>en</strong>dosa y seca, similar,<br />

quizá, a la que me atacó esta mañana luego de leer las declaraciones de<br />

Marcelo Bielsa: “Convoqué a Caniggia porque hay pocos como él”. Desde<br />

luego. Y vaya bu<strong>en</strong>a fortuna. <strong>La</strong> risa seguram<strong>en</strong>te no visitó el ánimo de<br />

los jueces que dictaron la absolución de Raúl Castells <strong>en</strong> una de las tantas<br />

causas que el Estado le inició. El dirig<strong>en</strong>te, un hombre que ti<strong>en</strong>e el<br />

peculiar hábito de hablar sobre el pan y el trabajo, se puso de pié y les<br />

dijo: “Este no es un juicio contra mí, es un juicio contra millones de<br />

personas a las que le robaron todo, pero la ley es como la víbora, que<br />

pica solam<strong>en</strong>te al pie descalzo. Nosotros estamos cansados de que nos<br />

metan presos; escuch<strong>en</strong> esa lluvia, y escuch<strong>en</strong> a esas miles de personas<br />

que <strong>está</strong>n ahí afuera. Nosotros no nos s<strong>en</strong>tamos acá, porque <strong>en</strong> este<br />

banquillo se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que s<strong>en</strong>tar ellos, los que nos robaron. Todas las<br />

causas que t<strong>en</strong>emos son por causas populares. En 48 años, nunca<br />

estuvimos presos por una causa individual, y no sabe cuantas veces nos<br />

pudimos haber acomodado. No sabe que orgullo que se si<strong>en</strong>te v<strong>en</strong>ir acá y<br />

acusar al Estado. Yo soy socialista y revolucionario, y estoy orgulloso de<br />

ser marxista, estoy orgulloso de nuestra lucha. Nosotros no pedimos<br />

nada, v<strong>en</strong>imos a reinvindicar nuestra lucha y a d<strong>en</strong>unciar esta farsa que<br />

ustedes pret<strong>en</strong>der usar como ejemplo para decirle a millones: “No luch<strong>en</strong>,<br />

que les va a pasar lo mismo que a Castells”. Pero el pueblo va a seguir<br />

luchando”.<br />

Por la noche, tarde ya, luego de hablar con Pablo y confirmarle mi visita<br />

al barrio <strong>La</strong> Fe <strong>en</strong> los próximos días, me absorbe la lectura de un<br />

cuadernillo editado por el Colectivo Situaciones acerca del MOCASE. Ocho<br />

mil familias campesinas que, a fuerza de porfía, imaginación y, <strong>en</strong><br />

particular, una desusada cuota de coraje, llevan trece años luchando por<br />

la conservación de las tierras que habitan desde tiempos inmemoriales.<br />

No m<strong>en</strong>os de treinta mil personas; de Los Juríes, <strong>La</strong> Simona, Boquerón y<br />

Rincón del Saladillo; de Santa Rosa, Tintina, Quimilí y Pozo del Toba, que<br />

de manera sil<strong>en</strong>ciosa y habitualm<strong>en</strong>te ignorada, al amparo de la razón<br />

que les brinda la ley de prescripción veinteañal, no hac<strong>en</strong> más que<br />

12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!