15.05.2013 Views

La política está en otra parte

La política está en otra parte

La política está en otra parte

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

muchacho de veintipico, <strong>en</strong>orme, acaso un metro nov<strong>en</strong>ta, bu<strong>en</strong>os<br />

músculos, ojos del color del añil que parecían contemplar todo con aire<br />

parsimonioso. Era Darío, con qui<strong>en</strong> partimos hacia el barrio <strong>La</strong> Fe para<br />

reunirnos con otros miembros del Movimi<strong>en</strong>to.<br />

Ya <strong>en</strong> el barrio, Darío se despojó de la camiseta y con el torso desnudo<br />

se puso a caminar a mi lado, <strong>en</strong> tanto, con extremada timidez, voz baja,<br />

casi inaudible, me refería las am<strong>en</strong>azas que continuam<strong>en</strong>te recibían de<br />

hombres del justicialismo de <strong>La</strong>nús y personas que, t<strong>en</strong>ía certeza, no eran<br />

<strong>otra</strong> cosa que policías arropados de civil. Am<strong>en</strong>azas habitualm<strong>en</strong>te<br />

nocturnas y a punta de pistola. El aguacero de la noche anterior había<br />

hecho del as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to un interminable y laberíntico lodazal. A pesar de<br />

la ferocidad del sol, que caía a plomo <strong>en</strong> la cabeza y reverberaba <strong>en</strong> los<br />

ojos de Darío, y <strong>en</strong> las latas y botellas diseminadas a uno y otro lado del<br />

trayecto, todo era caminos y s<strong>en</strong>deros y atajos barrosos, y charcos que<br />

rev<strong>en</strong>taban <strong>en</strong> infinitud de arroyos amarretes que serp<strong>en</strong>teaban por toda<br />

<strong>parte</strong>. A nuestro paso, <strong>en</strong>debles casillas de madera y chapa, casas<br />

inconclusas, montículos de escombros, miradas ll<strong>en</strong>as de curiosidad,<br />

miradas ll<strong>en</strong>as de amargura, miradas al acecho, y dec<strong>en</strong>as de perros<br />

andrajosos y chicos jugando a la guerra y lánguidos cabeceos a la manera<br />

de saludo. Al cabo de minutos de caminata llegamos a un galpón nuevo,<br />

donde funcionaban la herrería y la limitada fábrica de bloques. Allí nos<br />

esperaban Carlos, Marcelo, Nelson. Nos s<strong>en</strong>tamos, a la sombra, <strong>en</strong><br />

círculo, el trasero apoyado sobre improvisadas banquetas montadas con<br />

tablones astillados y bloques de concreto. Marcelo, cuerpo hercúleo<br />

moldeado por los trabajos duros, gruesos bíceps tatuados, se ocupó del<br />

mate. Con cortedad al comi<strong>en</strong>zo, de manera franca y suelta con el correr<br />

de los minutos, nos pusimos a conversar acerca de las cuestiones que,<br />

precisam<strong>en</strong>te, he tratado de comp<strong>en</strong>diar <strong>en</strong> este libro. Decía Darío:<br />

“Estamos <strong>en</strong> contra de la democracia repres<strong>en</strong>tativa, que ya ha<br />

demostrado su fracaso. Nosotros no nos proponemos repres<strong>en</strong>tar a nadie,<br />

eso lo t<strong>en</strong>emos claro, sólo ofrecemos la posibilidad de la lucha para<br />

conseguir los planes Trabajar. El que quiera, que se sume a la lucha, los<br />

que no quieran luchar, problema de ellos, nosotros pedimos lo nuestro,<br />

no repres<strong>en</strong>tamos al barrio”. Añadía Pablo: “Lo nuestro es un movimi<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> construcción. No sabemos cómo se van a desarrollar las cosas.<br />

Estamos contra el concepto de poder. D<strong>en</strong>tro de nuestra organización no<br />

hay dirig<strong>en</strong>tes. Todos somos iguales y votamos <strong>en</strong> asamblea los pasos a<br />

seguir. Creemos que lo más importante es la formación y la conci<strong>en</strong>cia,<br />

por eso hacemos talleres de formación. Hasta que el pueblo, que ti<strong>en</strong>e<br />

500 años de dominación <strong>en</strong>cima, no compr<strong>en</strong>da que todo puede ser<br />

distinto, no habrá cambio real posible. Si con este nivel de conci<strong>en</strong>cia de<br />

la Arg<strong>en</strong>tina, cualquiera llega al poder, no queda otro remedio que se<br />

corrompa”. Advertía Carlos: “Nosotros no pedimos, exigimos. Porque<br />

6

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!