La política está en otra parte

Durante un infinito espacio de tiempo nos quedamos en silencio,
mateando, comiendo torta, intercambiando miradas opacas, monosílabos,
parcos comentarios acerca del clima. Las palabras se han ido al diablo. Un
sombroso vacío se ha apoderado de todos. Vas a conocer nuestro ritmo
lento pero intenso, me había dicho Angel. En efecto. Una intensa lentitud,
suerte de crepuscular letargo que Pocho quiebra de improviso con voz
quejumbrosa. Su historia no difiere en mucho de la que ha referido Paulo.
Tiene cincuenta años, nació en la localidad de El Colorado, a cuarenta
kilómetros de aquí, y en 1970 fue desalojado de prepo de las tierras en
que había vivido hasta los veinte años. Ahora habita una parcela de
campo en Pampa Pozo. Le prohíben sembrar. Apenas unas gallinas puede
tener. “Estoy sin nada, hermano, y sin nada quieren que viva”. Fue uno
de los primeros campesinos de la región que recurrió al MOCASE con el
fin de recibir protección y abrigo. “Hemos hecho trueque con campesinos
de Misiones, nos dan yerba, nosotros cabritos, pero a veces no se hace
porque carecemos de medios de movilidad. Teniendo un equipo sería
mucho más facil hacer los trueques, llevar productos de aquí y traer de
allá, como lo tenemos pensado también para el lado de Jujuy. Ellos no
tienen leña, no tienen postes, y ellos decían que si había se podía llevar, y
de allá se puede traer verdura y todo lo que se pueda traer. Pero estamos
todavía en hacer esa experiencia. Estamos esperando conseguir un
camión para hacer esta experiencia que para ellos puede ser útil y para
nosotros también”. En su rostro grave asoma una amplia sonrisa cuando
recuerda el reciente viaje que hizo al Brasil. Formó parte de la comitiva
del Movimiento que concurrió al último Foro Social Mundial, en Sao Paulo;
en el trayecto se toparon con cuatro piquetes, y en cada uno de ellos les
bastó mostrar la bandera del MOCASE para abrirse camino y, además,
recibir aplausos y apoyo. “La experiencia del Foro para nosotros ha sido
muy buena realmente. Para el próximo Foro, nosotros vamos a decir que
tiene que estar la participación del campesino, que haya representantes
del sector campesino, y que sean campesinos realmente, que lo estén
viviendo, porque a veces es lindo hablar pero no lo estás viviendo ...”.
Todo indica que a Pocho no lo quieren dejar hablar, porque de repente
irrumpe mi amigo Pablo, pelo húmedo, semblante más animado,
anunciándonos que la comida está servida en el galpón. De prisa y sin
gracia formulo la pregunta: ¿Y las elecciones anticipadas? Presumo que
nadie ríe de mis palabras por una mera cuestión de respeto. “¿Para qué
sirven?”, larga Paulo. “Siempre nos han engañado, uno, otro, todos. Lo
importante es construir desde abajo, articular, crear nuevas maneras”.
Pocho me observa con asombro. “¿Elecciones? ¿No estábamos hablando
en serio?”. Mundito se encoge de hombros. La mujer frutal de los ojos
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