15.05.2013 Views

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

murió por los impíos.» Cree en esto y toda incapacidad desaparecerá. Como dice la fábula del<br />

Rey Midas, quien todo transformaba en oro por su tacto, así se puede afirmar de verdad respecto<br />

a la fe que todo lo que toca vuelve bueno. Nuestras mismas faltas y flaquezas se vuelven<br />

bendiciones, cuando la fe entra en contacto con ellas.<br />

Fijémonos en ciertas formas de esta falta de fuerza. Ahora, dirá alguien: «Me parece que<br />

no tengo fuerza para concentrar mis pensamientos en los asuntos solemnes en orden a mi<br />

salvación; casi no puedo hacer una breve oración. Acaso esto es así, en parte debido a mi<br />

flaqueza física, en parte por haberme dañado por algún vicio, en parte también por mis<br />

aflicciones de esta vida, de modo que me he incapacitado para los pensamientos elevados que se<br />

requieren para la salvación del alma.»<br />

Tal es una forma de debilidad pecaminosa muy común. ¡Atención ahora! En este punto te<br />

hallas equivocado; y hay muchos como tu. Muchos que serían del todo incapaces de una serie de<br />

pensamientos consecutivos, por mucho que se esforzaran. Muchas personas pobres de ambos<br />

sexos carecen de educación, hallando un trabajo muy difícil y de presunción tener pensamientos<br />

profundos. Otras personas son por naturaleza tan superficiales que un argumento de raciocinio<br />

largo, les sería tan difícil como querer volar como un ave. No llegarían al conocimiento de<br />

ningún misterio profundo, aun cuando gastaran toda su vida en tal empresa. <strong>Por</strong> tanto, tú, no<br />

necesitas desesperarte, lo que se requiere para la salvación no es un proceso de pensamiento<br />

continuo, sino una sencilla confianza en Jesús. Únete a este hecho «Cristo, a su tiempo murió<br />

por los impíos» Esta verdad no requiere de tu parte examen profundo, raciocinio lógico, ni<br />

argumento convincente. Allí está, «Cristo, a su tiempo murió por los impíos.» Fija tu mente en<br />

ello y permanece allí.<br />

Mira que este gran hecho glorioso de gracia permanezca en tu espíritu hasta que perfume<br />

todos tus pensamientos y te regocije el corazón, aunque te halles sin fuerzas, teniendo al mismo<br />

tiempo presente que el Señor Jesús ha venido a ser tu fortaleza y canción, sí, ha venido ha ser tu<br />

salvación. Según las Escrituras es un hecho divinamente revelado que a tiempo debido Cristo<br />

murió por los impíos siendo ellos aún débiles, sin fuerzas. Tal vez hayas oído estas palabras<br />

centenares de veces, pero sin haber comprendido nunca su significado. Son de sabor agradable<br />

¿verdad? Jesús no murió por nuestra justicia sino por nuestros pecados. No vino a salvarnos<br />

porque merecíamos ser salvos, sino porque éramos enteramente indignos, arruinados, inútiles.<br />

No vino al mundo por alguna buena razón que hubiera en nosotros, sino exclusivamente por las<br />

razones que hallaba en las profundidades de su amor divino. A su tiempo murió por los que él<br />

mismo afirma no eran piadosos sino impíos. Aun cuando tengas tan solo poca mentalidad, fíjalo<br />

en esta verdad tan apropiada a la menor capacidad mental, y que, no obstante, puede alegrar el<br />

corazón más apesadumbrado. Debe este texto ocupar tu mente cual grato recuerdo hasta encantar<br />

tu corazón y dar colorido a todos tus pensamientos, y entonces nada importara que estos estén<br />

tan diseminados como las hojas dispersas por el viento de otoño. Personas que nunca brillaron en<br />

las ciencias, ni dieron prueba alguna de originalidad mental, han sido muy capaces de aceptar la<br />

doctrina de la cruz y han sido salvas por ella. ¿<strong>Por</strong> qué no tú?<br />

Oigo a otro lamentarse «Mi falta de fuerza consiste principalmente en no poderme<br />

arrepentir bastante.» ¡Singular idea que algunos tienen de lo que es el arrepentimiento! Muchos<br />

imaginan que se debe derramar tanta lágrima, exhalarse tanto suspiro, sufrir tanto desespero. ¿De

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!