15.05.2013 Views

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

Solamente Por Gracia - Iglesia Reformada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

inmediatamente. Dios justifica a los impíos, lo que equivale a decir que te recoge donde estés en<br />

este momento y te favorece en el estado más deplorable.<br />

Ven degradado, quiero decir: acude a tu Padre Celestial en tu estado de pecado y miseria.<br />

Acude a Jesús tal como eres, espiritualmente leproso, sucio desnudo, ni apto para vivir, ni apto<br />

para morir tampoco. Acudan ustedes que son como escoria de la creación, aun cuando no se<br />

atrevan a esperar más que la muerte. Acudan aun cuando la desesperación les oprima el pecho<br />

cual pesadilla horrible, pidiendo que el Señor los justifique como a otros impíos. ¿<strong>Por</strong> qué no lo<br />

haría? Acudan, porque esta gran misericordia de Dios esta destinada para personas como ustedes.<br />

Lo digo en las palabras del texto, por no poderse expresar en términos más vigorosos: El Señor<br />

Dios mismo asume este título bendito: «El que justifica al impío.» Este hace justos, y que se<br />

traten como justos, a los que por naturaleza son impíos. ¿No les parece este mensaje maravilloso<br />

a ustedes? Estimado lector, no te levantes del asiento hasta haber meditado bien este asunto.<br />

2<br />

***<br />

DIOS ES EL QUE JUSTIFICA<br />

Cosa maravillosa es ésta, el ser justificado o declarado justo. Si nunca hubiésemos<br />

quebrantado la Ley de Dios, no habría necesidad de tal justificación, siendo naturalmente<br />

justos. Quien toda su vida haya hecho lo que debiera hacer, y nunca hubiera hecho nada<br />

prohibido, éste es de por si justificado ante la ley. Pero estoy seguro de que tú, estimado<br />

lector, no te hallas en ese estado de inocencia. Eres demasiado honrado para pretender estar<br />

limpio de todo pecado, y, por lo tanto, necesitas ser justificado. Pues bien, si te justificas a ti<br />

mismo, te engañas miserablemente. <strong>Por</strong> lo mismo, no comiences tal cosa. No valdrá la<br />

pena. Si pides a otro mortal que te justifique, ¿qué podrá hacer? Alguien te alabaría por<br />

cuatro cuartos, otro te calumniaría por menos. Bien poco vale el juicio del hombre.<br />

Romanos 8:33, dice: «Dios es el que justifica,» y esto, sí que va al grano. Este hecho<br />

es asombroso, es un hecho que debemos considerar detenidamente. ¡Ven y ve!<br />

En primer lugar, nadie más que Dios, podría haber pensado en justificar a personas<br />

culpables. Se trata de personas que han vivido manifiestamente rebeldes actuando mal con<br />

ambas manos; de personas que han ido de mal en peor; de personas que han vuelto al mal<br />

aun después de ser castigadas, siendo forzadas a dejar de cometer el mal por algún tiempo.<br />

Han quebrantado la ley y pisado el evangelio bajo sus pies. Han rechazado la proclamación<br />

de misericordia y persistido en la iniquidad. ¿Cómo podrán tales personas alcanzar el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!