Retos y Dilemas de la Representación Política - Informe sobre ...

actitud que intente ignorarlo no sería un estudio ponderado de la realidad.
Pero no basta que Bolivia sea mirada sólo desde su propio ombligo. Es necesario
observarla desde una perspectiva comparativa, en referencia, por ejemplo, a los países
vecinos. En Perú se hundió el sistema de partidos. Es cierto que posee estabilidad política,
pero sus instituciones democráticas no operan bien, es más, ése es el caso paradigmático
de situaciones de negación de competencias para las instituciones de la democracia en
favor de un presidencialismo casi autoritario. Perú no es ilustración de la alternabilidad del
poder, al contrario, está cerca de la segunda reelección de Fujimori, después de modificar
su Constitución a la medida del presidente.
Venezuela se cansó de los partidos tradicionales, su propio electorado eligió la vía de
un presidente mesiánico que gobierna avalado por la ley, pero bajo un modelo de negación
de los partidos y de modificación de la Constitución a la medida propia. Casos de poderes
tan omnímodos como los del presidente Chávez no siempre han devenido en el
fortalecimiento de las democracias representativas. No porque a un régimen lo quiera toda la
gente se puede insistir en que es democrático. Más allá de Chávez es bueno reflexionar en el
fuerte apoyo de masas que poseía Hitler y muchos regímenes de países socialistas. No
sabemos qué sucederá con el gobierno de Chávez, pero lo cierto es que se debe tener
cautela en su juicio, ni condenarlo por antidemocrático ni ensalzarlo como el modelo de la
democracia de masas. No se olvide que la democracia son también instituciones, y ellas
están plenamente debilitadas en Venezuela.
La situación ecuatoriana no demuestra todavía la estabilización política que requiere
un sistema político y de partidos, ese país tiene todavía fuertes limitaciones para lograr una
política de pactos y de conformación de coaliciones que generen una gobernabilidad
democrática y estable. Más todavía, la fuerte lejanía política entre la costa y la sierra impiden
el desarrollo de la democracia ecuatoriana. La evolución política del Paraguay tampoco
demuestra la enjundia de sus partidos, ni la generación de estabilidad política que garantice
su democracia. Colombia vive atormentada por la violencia, con una buena parte de su
territorio en el cual el Estado no tiene llegada ni validez, debido a la presencia de la guerrilla
y de los paramilitares.
El resultado del análisis comparativo demuestra que el sistema boliviano de partidos,
nuestro sistema político y la democracia han evolucionado de manera aceptable si se
observa otras naciones. A pesar de todas sus limitaciones, la democracia pactada boliviana
es un avance no sólo respecto de nuestra propia historia, sino en comparación con la
evolución de los fenómenos políticos en otros países. De todas formas, el ejercicio de la
crítica es necesaria para mejorar nuestra democracia y no debería eludir ni ocultar los
avances que han logrado nuestros partidos y la democracia boliviana. Insistir sólo en lo
negativo conduce a veces a reeditar una cultura del pesimismo que nos hace mucho daño,
pero, al mismo tiempo, las miradas sólo exitistas y acríticas podrían terminar haciéndole mal
al desarrollo democrático.
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