Retos y Dilemas de la Representación Política - Informe sobre ...

sociedad convinieron en recortar en un año el mandato del presidente Siles Zuazo y en
adelantar las elecciones para que otro gobierno supere los traumas de la hiperinflación y la
gobernabilidad. Para el nuevo régimen, sea cual fuere, el libreto ya estaba escrito y consistía
en superar la doble crisis, política y económica.
Ese pacto no escrito en favor de la democracia, suscrito entre la sociedad civil y los
partidos políticos, fue la piedra fundamental de lo que después se convino en llamar
democracia pactada. Y esta forma de precautelar la democracia en 1985, en el momento de
acabar el gobierno de Siles Zuazo, es algo cualitativamente distinto a la recuperación de la
democracia de 1982, arrancada de manos de los militares, que estaban acosados por la
sociedad, la opinión pública internacional, y su profunda ilegitimidad y desprestigio. Esas
razones los forzaron a entregar el poder a quien había ganado las elecciones en 1980. El
acto de mantención y desarrollo de la democracia representativa no implicaba quitársela de
las manos a ninguna dictadura, sino salvarla de la combinación de la crisis económica y
política. Implicaba protegerla de una cultura política que no apostaba por precautelarla, sino
que se dirigía a su negación, ya sea mediante el golpe de Estado o la insurrección popular.
Por eso es importante ver también la acción de la sociedad, de la población, y no sólo
de algunas organizaciones sociales corporativas. La fundación de la democracia
representativa no sólo tuvo el impulso de los partidos políticos, sino de la propia sociedad.
Ésta no sólo actuó usando un código antidictatorial, parte de su tradicional cultura política, lo
hizo de manera diferente y propositiva, empujando la mantención y profundización de la
democracia. Es aquí donde surge la posibilidad de construir una cultura política distinta, que
aleje el maximalismo y el desconocimiento del otro para instalar en su lugar una cultura de
pactos y acuerdos.
La democracia pactada: la lógica del pacto inter-partidos
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Como era de esperar, la elección presidencial de 1985 no dio lugar a una mayoría
absoluta. Por eso la decisión de elegir presidente pasó a manos del Congreso. A diferencia
del pasado inmediato, y asimilando de forma positiva la experiencia anterior, los políticos no
empantanaron el proceso y se eligió como presidente a Víctor Paz Estenssoro. Más aún, si
años antes, los partidos no sabían conformar coaliciones, en 1985 lo hicieron. Luego de la
elección presidencial, el MNR y ADN suscribieron el Pacto por la Democracia, primera
coalición gubernamental de la nueva democracia pactada que comenzaba a despegar en el
país. Basada en esa coalición, el nuevo régimen comenzaba a superar uno de los problemas
que inmovilizó a la UDP. De ese modo se iniciaba la construcción de la gobernabilidad en
Bolivia, aunque ésta fuese sólo instrumental, comprendida como mayoría parlamentaria,
capaz de permitir gobernar a un régimen.
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