Retos y Dilemas de la Representación Política - Informe sobre ...

Los límites de la gobernabilidad instrumental
Ya se ha explicado que uno de los avances más importantes de la democracia
boliviana es la construcción de la gobernabilidad, es decir, la creación de coaliciones para
gobernar y la suscripción de pactos que garanticen mayorías parlamentarias. A 14 años de
iniciado ese proceso, la sociedad siente que esa gobernabilidad no basta para cumplir lo
que espera de la democracia. De manera que no es suficiente el acto estatal de generación
de orden y lo que menos aún le interesa a la sociedad es una gobernabilidad que condujo a
que, por medio de los pactos, los partidos se distribuyan el poder y se cuoteen el Ejecutivo. El
excesivo patrimonialismo está impidiendo un funcionamiento estatal eficaz, con capacidad
de cumplir los retos que cualquier gobierno se fija a sí mismo. La sociedad tampoco está
conforme con esa gobernabilidad que ha permitido o conducido a que los partidos se
conviertan en agrupaciones casi homogéneas, aburridamente indiferenciables, es decir,
caracterizadas como organizaciones ávidas de poder e incapaces de ejecutar soluciones
para las carencias de la población.
Lo que la sociedad espera de la gobernabilidad es que sea democrática, no sólo un
asunto estatal generado desde arriba ni un acto ni compromiso entre los partidos, sino más
bien una construcción en la cual la población y sus actores sociales participen en la definición
de la política y la solución de sus problemas. La gobernabilidad democrática es la ejecución
de tareas gubernamentales dirigidas a cubrir las necesidades de la población. Desde esa
perspectiva, por ejemplo, la gobernabilidad será disminuir la pobreza, enfrentar de manera
efectiva la corrupción y será, por supuesto, la creación de equidad. Eso significa que la
gobernabilidad democrática debería romper las distancias entre las ofertas electorales y lo
que de ellas se ejecuta en la realidad. De ese modo, no estaría centrada sólo en los objetivos
del sistema político, sino en la cobertura de las necesidades de la gente.
Hoy, la gobernabilidad no está amenazada por la falta de capacidad para hacer
pactos inter-partidarios ni por la ausencia de acuerdos entre el gobierno y la oposición para
profundizar las reformas institucionales. Más allá de todo eso, está cercada por la pobreza, la
corrupción, el descreímiento en los partidos, la falta de legitimidad de las instituciones
democráticas y por la falta de eficacia gubernamental para cumplir su función. Así pues,
generar una gobernabilidad democrática quiere decir vencer esas trabas, pero haciéndolo no
sólo desde arriba, sino en convergencia entre la sociedad, el Estado y su sistema político.
El maquivelismo internacional
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Muchos análisis parecieran descubrir intenciones maquiavélicas en el mundo, en
especial, en los países centrales, sus ideólogos y sus organizaciones internacionales de
cooperación, que nos obligarían a seguir un camino político y económico unilineal, evitando
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