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Mensajes positivos sobre la educación en<br />
higiene: Encuentro con Doña Ricarda<br />
Testimonio de Stephan Indergand-Echeverria, STI<br />
Una hora antes de que empezara la presentación de<br />
SODIS en Viña Perdida (Mizque – Bolivia), Doña<br />
Ricarda ya estaba presente en el salón comunal. Ella<br />
quería saber sobre qué sería la presentación. Le dije<br />
que la presentación sería sobre el método SODIS, pero<br />
que empezaría recién dentro de una hora.<br />
“Bueno, entonces tengo tiempo suficiente para dar de<br />
beber a mis cerdos antes de que empiece la<br />
presentación”, dijo ella. Yo le pregunté: “¿La puedo<br />
acompañar?”. Ella respondió: “Por supuesto”.<br />
Doña Ricarda trajo una lata grande y dos más<br />
pequeñas, así como un trapo para cargarlas. Juntos nos<br />
fuimos al canal de irrigación que atraviesa Viña Perdida.<br />
El agua estaba limpia y fría. <strong>Agua</strong>s abajo, ví a gente<br />
lavando su ropa y a niños jugando dentro <strong>del</strong> agua.<br />
Entretanto, Doña Ricarda había llenado sus latas con<br />
agua. Me dio la lata grande, de 25 litros, para que la<br />
llevara y tomó las dos pequeñas. Con esfuerzo, coloqué<br />
la lata grande en mi espalda y seguí a Doña Ricarda,<br />
quien ya estaba en camino a su casa situada en la cima<br />
de la colina. Me resultaba difícil seguir su paso rápido y<br />
empecé a sudar. Tan pronto como llegamos, vaciamos<br />
el agua en el abrevadero para los cerdos. Le pregunté a<br />
Doña Ricarda si ella generalmente cargaba toda esa<br />
agua sola. Ella me respondió: “Por supuesto. Todos los<br />
días. Me coloco la lata grande en la espalda y llevo las<br />
dos pequeñas en las manos. Si hace mucho calor,<br />
incluso hago dos viajes. No quiero que los cerdos vayan<br />
al canal de irrigación y ensucien todo por allá. Usted ha<br />
visto que las mujeres lavan allí su ropa y que también<br />
sacan agua para cocinar <strong>del</strong> canal”. En secreto, admiré a<br />
Doña Ricarda por su compromiso. Especialmente,<br />
considerando que ella no era una mujer joven y fuerte<br />
sino una abuela con muchas arrugas en su rostro. Su<br />
esposo había muerto hacía muchos años y sus hijos ya<br />
eran adultos, se habían casado y vivían en Mizque.<br />
Poco después, mis colegas locales empezaron la<br />
presentación de SODIS ante la población de Viña<br />
Perdida, reunida en el salón comunal. El primer tópico<br />
tocado fue el de los hábitos de higiene en la comunidad.<br />
Cuando pregunté qué tipos de hábitos de higiene eran<br />
comunes en Viña Perdida, desafortunadamente<br />
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recibí sólo respuestas negativas: “Bebemos agua sucia<br />
<strong>del</strong> canal, no tenemos letrinas, no nos lavamos las<br />
manos, vivimos junto con los animales, en suma,<br />
somos totalmente antihigiénicos”. La atmósfera general<br />
en el salón luego de la discusión no era realmente mala<br />
pero sí algo extraña.<br />
Esto me llevó a contarles a los pobladores la<br />
experiencia que había acabado de tener con Doña<br />
Ricarda. Lo que hace Doña Ricarda para dar de beber a<br />
sus cerdos no es otra cosa que un hábito de higiene.<br />
Todos los días, ella carga 40 litros de agua hasta la cima<br />
de la colina para evitar que los cerdos ensucien el canal<br />
de irrigación y contaminen el agua que, corriente abajo,<br />
es usada por otros para lavar y cocinar. Éste es un<br />
esfuerzo enorme que Doña Ricarda realiza todos los<br />
días para evitar que el agua se contamine, para proteger<br />
a sus vecinos y a sus hijos de posibles enfermedades<br />
diarreicas. “Tenemos que agradecer que Doña Ricarda<br />
realice este gran servicio y estoy convencido de que<br />
todos los días todos ustedes tienen muchos hábitos<br />
higiénicos, quizás incluso sin darse cuenta de ello”.<br />
Doña Ricarda se emocionó visiblemente cuando conté<br />
su historia en la reunión comunal y de repente la<br />
atmósfera en el salón cambió. Los pobladores de Viña<br />
Perdida empezaron a mostrar gran motivación en<br />
intentar nuevos métodos para mejorar su higiene y<br />
aplicar SODIS.<br />
Yo había aprendido que en todas partes es posible<br />
detectar hábitos de higiene. Y cuando discutimos y<br />
alabamos estos comportamientos positivos, las<br />
personas se sienten mucho más motivadas a aprender<br />
y adaptar las nuevas estrategias.