ALBERT EINSTEIN: NAVEGANTE SOLITARIO - Colsit
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otro elevador no actúa ningún campo externo, pero es jalado con aceleración constante hacia arriba (Figura<br />
1). Pensando un poco advertimos que no hay diferencia observable entre los dos casos: ambos<br />
experimentadores obtendrán exactamente los mismos resultados de sus experimentos, cualesquiera que<br />
ellos sean. En otras palabras, los efectos (locales) de un campo gravitatorio son exactamente equivalentes<br />
a los que produce una aceleración uniforme apropiada. En breves palabras, tomadas del propio Einstein:<br />
"Si una persona cae libremente, no siente su propio peso." Esta equivalencia se cumple debido sólo a que<br />
la masa inercial de los cuerpos (es decir, la masa que se opone a los cambios de movimiento) es<br />
exactamente igual a su masa gravitatoria (es decir, a la masa que es atraída por la gravitación), pues debido<br />
a ello todos los cuerpos se aceleran igual en un mismo campo gravitatorio y, por lo tanto, podemos<br />
sustituir a este último por la aceleración común que produce. Por esta razón Einstein elevó a la categoría<br />
de principio el hecho empírico —y no explicado por la física clásica— de la igualdad entre los dos tipos de<br />
masas.10<br />
Con el principio de equivalencia en la mano. Einstein podía tratar de extender el principio de relatividad a<br />
movimientos acelerados: no hay razón a priori para que el principio de relatividad no valga para cualquier<br />
forma de movimiento, y el poder eliminar el campo gravitatorio introduciendo una aceleración en su lugar<br />
permitía incluir en la teoría no sólo la óptica, sino la gravedad. La conclusión más inmediata a la que llegó<br />
fue que una teoría general de la relatividad le debería permitir construir una teoría de la gravitación.<br />
Veamos otra consecuencia simple del principio de equivalencia, aplicado al caso de la luz. Supongamos<br />
que al elevador que se mueve aceleradamente hacia arriba entra un haz de luz que viaja sobre la<br />
horizontal; durante el tiempo que el haz tarda en cruzar al elevador, éste se mueve hacia arriba. El<br />
observador dentro del elevador (que siente que se encuentra dentro de un campo gravitatorio) observa la<br />
desviación del haz y concluye que la luz se desvía al pasar por un campo gravitatorio (Figura 1). En 1907<br />
Einstein pensó que este efecto de desviación de la luz por la gravedad era demasiado pequeño para ser<br />
observado y no le dio mayor importancia. Sin embargo, algunos años más tarde, sería precisamente este<br />
efecto el que lo llevaría al pináculo de la fama.<br />
Figura 1. El principio de equivalencia y la desviación de la luz. En la parte superior se muestra cómo<br />
al componer un movimiento horizontal de velocidad constante con uno vertival de aceleración<br />
constante (y velocidad creciente) se produce una trayectoria parabólica. Un ejemplo simple de este