Directrices OIMT/UICN para la conservación y utilización sostenible ...

22
4 La ecología del paisaje y la ordenación de los bosques tropicales
El Gráfico 5 muestra varias configuraciones de áreas protegidas y de producción a escala del
paisaje que pueden beneficiar la biodiversidad.
Mantenimiento de paisajes viables para una amplia gama de especies: muchas especies
animales se distribuyen a lo largo de extensas superficies en densidades limitadas. Las redes
de áreas protegidas con frecuencia son demasiado pequeñas y fragmentadas para este tipo
de especies, especialmente aquellas que no toleran los hábitats no forestales, y es necesario
tomar medidas especiales para asegurar sus hábitats a escala del paisaje. Las especies migratorias
a menudo tienen áreas de distribución particularmente extensas. El principal factor que
determina este tipo de comportamiento suele ser la disponibilidad de alimento (p.ej. frutos que
crecen en diferentes lugares y en distintas estaciones), pero otros factores, como la disponibilidad
de sitios de anidamiento o sitios de apareamiento lek, son también importantes. Estos
sitios y componentes clave deben conservarse para que estas especies puedan subsistir.
Aumento del tamaño efectivo de las poblaciones dentro de los fragmentos forestales: las extensas
poblaciones de una especie tienen un alto nivel de variación genética si se las compara
con las poblaciones más pequeñas y, por lo tanto, su riesgo de extinción es menor. La
afluencia de individuos y genes de las áreas circundantes puede ayudar a reducir la
extinción local en los fragmentos forestales. La vulnerabilidad de las especies en los
fragmentos forestales se ve influenciada en gran medida por su capacidad para utilizar el
mosaico del paisaje circundante: como es natural, las especies que se pueden desplazar y
alimentar en otros hábitats son menos vulnerables a la fragmentación. Los fragmentos
forestales constituyen una fuente de especies que pueden colonizar las tierras de barbecho
adyacentes; las áreas en barbecho situadas cerca de las reservas forestales normalmente
tienen una mayor abundancia de especies forestales que las más distantes.
Reducción de la fragmentación: en la mayoría de los casos, un grupo de pequeños fragmentos
forestales aislados pueden mantener un número menor de especies que un único bosque
intacto más extenso dentro de la misma zona general. Las pequeñas poblaciones aisladas tienen
un alto riesgo de extinción a nivel local. Los fragmentos forestales también son especialmente
vulnerables a los incendios, la invasión de malezas, y otros procesos de erosión del hábitat.
Algunas especies forestales son sumamente vulnerables a la fragmentación porque no pueden
sobrevivir en un entorno no forestal o incluso en los límites del bosque. El “efecto limítrofe”
puede incluir cambios en la radiación, temperatura y humedad, y también un mayor
derrumbamiento de árboles por el viento. Las interacciones entre los organismos también
pueden verse afectadas; por ejemplo, la depredación suele aumentar en los límites del bosque.
Los efectos de la fragmentación pueden reducirse si la distancia entre los fragmentos forestales
es menor. La investigación ha resaltado también la importancia de mantener los hábitats
forestales o cuasi-forestales en el paisaje intermedio. La biodiversidad se favorecerá con los
esfuerzos orientados a mantener la conectividad forestal, minimizar el ancho de las carreteras
y reducir los claros del dosel forestal y la creación de orillas en el bosque.
Amortiguación contra el cambio climático: la planificación de las actividades de conservación
a escala del paisaje puede contribuir a la adaptación de los bosques al cambio climático
facilitando la migración de especies frente a los cambios ocurridos en el nivel de
precipitaciones, estacionalidad y otros efectos climáticos.
Regulación del movimiento: Los corredores (o puentes) de un hábitat forestal adecuado pueden
ayudar a las especies a desplazarse a través de distintos paisajes.