Directrices OIMT/UICN para la conservación y utilización sostenible ...

DIRECTRICES OIMT/UICN PARA LA CONSERVACIÓN Y UTILIZACIÓN SOSTENIBLE DE LA BIODIVERSIDAD EN LOS BOSQUES TROPICALES PRODUCTORES DE MADERA
Desde 1991, la OIMT ha producido varias series de directrices para los responsables del manejo
forestal y los encargados de formular políticas en el ámbito forestal, en particular, sobre los bosques
naturales de producción; plantaciones forestales; la restauración, ordenación y rehabilitación de
bosques tropicales secundarios y degradados; y el manejo de incendios. Todas ellas contienen
medidas para el mantenimiento de la biodiversidad y todas han ayudado a consolidar la importancia
de la conservación de la diversidad biológica en los bosques tropicales de producción.
El desarrollo de la certificación forestal y el debate que está teniendo lugar sobre la misma han
pasado a ser también un motor importante para la conservación de la biodiversidad en los bosques
de producción. Hoy existen varias iniciativas mundiales, regionales y nacionales de certificación, que
incluyen el Consejo de Gestión Forestal (FSC), el Programa para la Ratificación de la Certificación
Forestal, el Instituto Indonesio de Etiquetado Ecológico, el Consejo de Certificación de Maderas de
Malasia, y el Programa Brasileiro de Certificação Florestal. Las normas de todos estos sistemas de
certificación hacen hincapié en la necesidad de conservar la biodiversidad. El Principio 6, Criterio 2,
del FSC, por ejemplo, estipula lo siguiente:
Deberán existir medidas para proteger las especies raras, amenazadas y en peligro de extinción, al igual
que sus hábitats (por ejemplo, zonas de anidamiento o alimentación). Deberán establecerse zonas de
protección y conservación, de acuerdo a la escala y a la intensidad del manejo forestal, y según la
peculiaridad de los recursos afectados. Deberán controlarse estrictamente la caza, captura de animales
y recolección de plantas. 1
Varias otras iniciativas vinculadas a los bosques han tratado los aspectos relativos a la biodiversidad.
Entre ellas se destacan el Código de Práctica para la Ordenación Forestal de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), publicado en 1993, y las Directrices
para el Aprovechamiento de Impacto Reducido, publicadas conjuntamente por la FAO y el Centro de
Investigación Forestal Internacional (CIFOR). La inclusión de varias especies forestales maderables en
los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES)
sirvió también de incentivo para reducir los impactos de la actividad forestal productiva en la biodiversidad.
En las evaluaciones de recursos forestales que lleva a cabo la FAO se incluye información sobre la
biodiversidad forestal, mientras que los Criterios e indicadores revisados de la OIMT para la ordenación
sostenible de los bosques tropicales, publicados en 2005, incorporan un criterio sobre la biodiversidad
y las medidas necesarias para su conservación en los bosques tropicales productores de madera.
Otros cambios producidos desde 1993 han tenido un impacto en la biodiversidad de los bosques
tropicales de producción. Los bosques tropicales se siguen desmontando, principalmente con fines
agrícolas. Los incendios han destruido o degradado extensas superficies de selva tropical. El desarrollo
de infraestructura se ha intensificado en toda la región del trópico; muchas zonas que, a principios
de los años noventa, eran remotas e inaccesibles, ahora han sido penetradas por carreteras y vías
férreas. En algunos países, el manejo del bosque se ha descentralizado hacia las comunidades locales,
lo cual ha tenido efectos positivos y negativos en la biodiversidad.
El derecho de las poblaciones locales a beneficiarse con la biodiversidad de sus tierras tradicionales
ha sido objeto de un debate mundial en el CDB y otros foros internacionales. Los derechos locales
han sido también el punto central de algunos programas para explotar el valor económico de las
especies silvestres. La idea de pagar a las comunidades y pobladores locales por los servicios ecosistémicos
provistos por los bosques (en particular, la conservación de la biodiversidad) ha sido ampliamente
promovida (pero, a la fecha, escasamente practicada). Se ha propugnado el reconocimiento de la
propiedad intelectual vinculada a los conocimientos locales e indígenas sobre la biodiversidad, pero
los mecanismos para oficializar este reconocimiento han resultado difíciles de aplicar.
5
1
FSC (1996)