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ORÍGENES<br />
Todo tiene un comienzo, si al principio hablábamos<br />
de sumo sacerdocio, es porque<br />
existe un genio anterior al de Harryhausen,<br />
hablamos de Willis H. O’Brien, auténtico<br />
pionero en el uso de la técnica<br />
“Stop-Motion”, responsable en 1925 de<br />
“El Mundo Perdido”, basado en la novela<br />
de Sir Arthur Conan Doyle, mas conocido<br />
por su famoso detective Sherlock Holmes,<br />
y que como curiosidad, se interpretó a si<br />
mismo en la cinta.<br />
Un film mudo de aventuras que inició la<br />
animación con actores reales en el cine, y<br />
cuya historia, la de una expedición que encuentra<br />
lo imposible en una remota selva<br />
de Brasil, plagada de dinosaurios y hombres<br />
prehistóricos, permitió a O’Brien aplicar<br />
los principios básicos de simulación, a<br />
través del uso de maquetas y muñecos de<br />
goma, jugando con las escalas y los tamaños,<br />
filmando fotograma a fotograma,<br />
con un simple, y a la vez extremadamente<br />
complejo uso de una fórmula, consistente<br />
en cambiar pacientemente la posición del<br />
ser inanimado para así poder crear la sensación<br />
de movimiento.<br />
“Rodar fotograma a fotograma, esto es<br />
lo que llamamos Stop-Motion, cuando es<br />
obturador se cierra, uno cambia mínimamente<br />
la posición del muñeco, y así se<br />
crea la ilusión de movimiento”<br />
Pero si ese mundo perdido llamo la atención<br />
del planeta cine, lo que estaba por<br />
venir apenas ocho años más tarde iba a<br />
marcar un antes y un después en la historia<br />
del Séptimo Arte, “King Kong”(1933),<br />
uno de los trabajos más míticos jamas filmados,<br />
asentaba el Stop-Motion y elevaba<br />
la figura de Willis O’Brian a la estratosfera<br />
de magos del celuloide.<br />
Nuevamente, un film de aventuras, en el<br />
que otra expedición se encuentra con lo<br />
imposible en una isla cercana a Sumatra,<br />
en forma de simio prehistórico gigantesco,<br />
se sitúa como argumento perfecto con<br />
el que desarrollar un escenario para el ensueño,<br />
rodada en glorioso blanco y negro,<br />
y con el aroma de los mejores clásicos del<br />
cine.<br />
“Es la fantasía más real que nunca se ha<br />
creado, y que sigue viva siete décadas<br />
más tarde”