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HERCULES

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El PUNTO DE INFLEXIÓN<br />

- “Vi King Kong con 13 años y ya nunca<br />

fui el mismo, eso demuestra lo mucho que<br />

una película puede afectar a una persona”<br />

Era una tarde de 1933, en el Teatro Chino<br />

de Los Ángeles, un joven Ray Harryhausen,<br />

que ya retirado, recordaba con esas<br />

palabras como había quedado cautivado<br />

por el festival que se le ofrecía, marcándole<br />

el carácter para el resto de su vida.<br />

Desde ese momento, y con el apoyo de<br />

sus padres, montó un taller en el garaje<br />

de casa, y comenzó a filmar sus propios<br />

experimentos con una vieja cámara de 16<br />

milímetros, demostrando voluntad, iniciativa<br />

y un talento inusuales.<br />

La insistencia y la admiración le llevaron<br />

a conocer a O’Brien, que pronto le convirtió<br />

en su aprendiz y mano derecha, juntos<br />

trabajaron en una secuela, más oficiosa<br />

que explícita, de King Kong, en un intento<br />

a la desesperada de la productora RKO,<br />

ya en horas bajas, por recuperar los éxitos<br />

del pasado. El film se título “EL GRAN<br />

GORILA”, fue estrenada en 1949, y si bien<br />

apenas se acerco a arañar una mínima<br />

gloria del Kong original, permitió a ambos<br />

creadores alcanzar el premio Oscar a los<br />

mejores efectos especiales, doctorando a<br />

un Harryhausen que, hasta ese momento,<br />

apenas había participado como animador<br />

en un par de cortometrajes.<br />

De O’Brien, Harryhausen aceptó un consejo<br />

fundamental que marcaría su obra<br />

de manera destacada y contundente, el<br />

aprender anatomía para perfeccionar el<br />

diseño de las criaturas que estaban por<br />

venir, quedando plasmado de forma muy<br />

nítida, y presentando unos acabados impecables<br />

sobre las mismas, dotadas de un<br />

gusto por el detalle cercano a lo exquisitamente<br />

perfecto.<br />

“Al final, nos metimos en la fantasía, y<br />

nunca he creído que se pueda hacer que<br />

la fantasía sea realista, la fantasía es un<br />

producto de la imaginación, intentábamos<br />

introducir una cierta lógica en nuestra fantasía,<br />

pero no era nuestro propósito que<br />

tuviera un aspecto demasiado real”

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