Crisis petrolera e imperialismo - Repositorio UASB-Digital
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<strong>Crisis</strong> <strong>petrolera</strong> e <strong>imperialismo</strong> 67<br />
ses tanto como herramienta para manejar las crisis de provisión de crudo como<br />
para contrarrestar subidas en su precio.<br />
La nueva política energética de la administración Bush busca terminar<br />
con esta dicotomía al establecer el uso de la REP únicamente ante una disrupción<br />
de la provisión de crudo, y no como mecanismo de intervención de precios.<br />
De esta forma, la REP se convierte en un instrumento de seguridad energética<br />
de emergencia frente a crisis geopolíticas que interrumpan la producción<br />
normal de petróleo. Para reforzar este hecho la política energética tiene<br />
como objetivo mantener la capacidad de la reserva en su máximo de 700 millones<br />
de barriles de petróleo, dado que, con las diferentes liberaciones en<br />
años pasados, la reserva en 2001 disminuyó a 541 millones de barriles, que<br />
representaban el equivalente a 54 días de importaciones.<br />
A nivel internacional, los EUA buscan que todos los países miembros<br />
de la Agencia Internacional de Energía, así como los principales importadores<br />
de crudo del mundo que no pertenecen a la agencia, también creen reservas<br />
de petróleo y las llenen al máximo, de modo que, de darse una disrupción<br />
de la producción en una de las zonas productoras principales, estos países no<br />
generen presiones en el mercado que puedan llevar a la escasez.<br />
Reforzamiento de alianzas globales<br />
La seguridad energética de los EUA sigue estando íntimamente vinculada<br />
con su política exterior. En el ámbito internacional la política energética<br />
de los EUA tiene dos pilares. El primero es la desregulación del sector energético<br />
en todo el mundo para fomentar la inversión extranjera. Para tal efecto,<br />
el gobierno busca, desde los foros comerciales y económicos multilaterales<br />
(APEC, OCDE, OMC, NAFTA y TLC), asegurar marcos legislativos claros<br />
y transparentes que liberalicen los sectores petroleros a nivel mundial, privatizándolos<br />
y eliminando las barreras a la inversión extranjera. De este modo,<br />
los EUA y sus aliados buscan asegurarse el acceso a la producción global<br />
de crudo a través de un mercado internacional que funcione bajo parámetros<br />
económicos y no políticos, y que permita a los inversionistas estadounidenses<br />
tener presencia alrededor del globo.<br />
El segundo pilar es continuar con la tradicional estrategia de diversificación<br />
de las zonas de donde se realizan las importaciones de energía. El eje<br />
principal es el desarrollo de una integración energética más fuerte con los<br />
vecinos fronterizos, Canadá y México, para lo cual el gobierno busca incrementar<br />
la capacidad de oleoductos, gaseoductos, e interconexión eléctrica<br />
transfronteriza entre los tres países. 58 Además, el gobierno estadounidense<br />
58. Ibid., p. 18.