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Introducción
Este libro contiene 72 ensayos sobre las consecuencias ecológicas producto de la
capacidad, recientemente adquirida por nuestra especie, de controlar los principales
flujos de materia y energía en la biosfera. Fueron publicados en una versión preliminar
durante los pasados dos años y medio, en una página ecológica semanal titulada
IN VIVO, que me encargó el INECOL, en Xalapa, dentro de la sección Cultura del Diario
de Xalapa, periódico veracruzano de circulación estatal. Esto explica la sospechosa
uniformidad en la extensión individual de los ensayos.
Las premisas del libro son las siguientes:
• Ciertas alteraciones cuantitativas, sistemáticas y desusadamente grandes,
empiezan a vislumbrarse de manera inequívoca en la biosfera, en parámetros
tan fundamentales como su temperatura promedio y el grado de acidez de
los mares, así como en la tasa de extinción de especies.
• Tales cambios numéricos están asociados con una transición cualitativa en
nuestra especie, de una arraigada percepción de infinitud de su entorno, a
la convicción de ser un factor determinante en el comportamiento del
ecosistema global.
• Esta transición puede ayudarnos a reorientar nuestros proyectos individuales
y colectivos, en medida suficiente como para prevenir (o menguar al menos),
la gran mortandad que se avecina si le dejamos la solución del problema al
mecanismo desnudo de selección natural.
• Para ser efectiva, tal reorientación debe aflorar de profundis en cada individuo,
al final de una introspección guiada por los mejores argumentos científicos
y humanistas disponibles.
• Una manera eficiente de arribar a dichos argumentos consiste en empalmar
el escenario cosmológico de nuestra especie con la experiencia cotidiana de
sus individuos.
• Un libro como el presente puede ser de utilidad en esta tarea de supervivencia.
Los ensayos se ocupan entonces del calentamiento global y de “todo lo demás”,
como corolario de la cohesión extraordinaria de la biosfera, que acopla lo grande y lo
pequeño, lo serio y lo bufo, lo bueno y lo malo, tan estrechamente que no logramos
palpar una flor “sin turbar con el mismo ademán a una estrella”.
Este nivel de cohesión dificultó el ordenamiento de los ensayos según un
criterio diáfano y uniforme de optimización, y tras varios experimentos infructuosos
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