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Extinción en perspectiva
grados centígrados en la temperatura promedio de la biosfera. A primera vista esta
cifra no se antoja extraordinaria, tomando en cuenta que, según la evidencia geológica
de los pasados dos millones de años, el clima terrestre ha fluctuado cíclicamente en
un rango similar de temperaturas, con una periodicidad cercana a cien mil años.
Además, los ciclos largos incluyen ciclos menores del mismo tipo, con periodicidades
cercanas a veinte mil años.
Esto ha acarreado oscilaciones de la biosfera, marcadas por grandes variaciones
en la extensión de los casquetes polares, con tal cantidad de agua involucrada
en el proceso que se generan fluctuaciones recíprocas en el nivel de los mares, del
orden de un centenar de metros entre los niveles máximo y mínimo alcanzados.
Tales fluctuaciones climáticas provocan a su vez variaciones significativas
en la abundancia y diversidad de las especies que componen la comunidad global,
con marcados descensos de las mismas durante las épocas de mínima temperatura
promedio, en parte porque una fracción importante de la superficie terrestre queda
sepultada bajo los glaciares resultantes.
A largo plazo
Revisando el pasado geológico terrestre, hallamos evidencia de variaciones de
temperatura más marcadas, con duraciones individuales de muchos millones
de años. Estas fluctuaciones incluyen una larga época glacial que ocurrió hace cerca de
600 millones de años (en el periodo Cámbrico), y un acentuado calentamiento
global hace unos 300 millones de años (en el periodo Carbonífero), con una elevación
de la temperatura promedio superior a diez grados centígrados y una duración de
varias decenas de millones de años.
La temperatura promedio de la biosfera ha bajado gradualmente a partir del
final del Carbonífero, aunque esta tendencia esconde multitud de cambios sobrepuestos,
como los ocurridos durante los pasados 2 millones de años.
En el largo periodo Carbonífero existieron enormes bosques y pantanos
poblados por dinosaurios y criaturas similares, donde se gestaron por oxidación
parcial de la materia orgánica los principales yacimientos de carbón y de petróleo
que actualmente explotamos como fuentes de combustible.
Durante los pasados 600 millones de años se han registrado también cinco
episodios en los cuales ocurrieron disminuciones significativas en la abundancia y la
variedad de los seres vivientes, según la evidencia suministrada por los fósiles. El
más famoso y extremo evento de extinción ocurrió hace poco más de 200 millones
de años, y condujo a la desaparición de la mitad de la vida marina (al menos de
aquella que dejaba fósiles como vestigio), y quizá de las tres cuartas partes de la
vida terrestre. Algunas de las calamidades de este tipo han sido asociadas
tentativamente con impactos de meteoritos y otros fenómenos catastróficos.
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