La mujer: reina e indomable - Editorial Sal Terrae
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ce el mismo derecho a la vida. Es justamente entonces<br />
cuando se requiere a la juez que llevamos dentro.<br />
Cuando, en una mesa redonda o en una conversación<br />
de grupo, alguien da su opinión sobre un tema, y<br />
otra persona, lejos de aceptarla, la califica de equivocada,<br />
es la juez la que interviene. A diferencia de otros<br />
muchos, no se limita a escuchar, sino que tercia en la<br />
conversación. No permite que nadie prive a otra persona<br />
del derecho a expresar su opinión. Más que juzgar,<br />
lo que desea es generar armonía. Su sentimiento<br />
principal es el respeto por el otro, por su derecho a la<br />
vida. <strong>La</strong> juez intuye quién es el más débil y le presta su<br />
apoyo; la juez crea equilibrio.<br />
<strong>La</strong>s <strong>mujer</strong>es experimentan a menudo que no se les hace<br />
justicia. No consiguen que se tengan en cuenta sus<br />
necesidades. En la parábola de la viuda y del juez inmisericorde,<br />
Jesús describe a una <strong>mujer</strong> que vive esa<br />
experiencia (Lc 18,1-8). Al ser importunada por un<br />
enemigo, acude al juez; pero éste no tiene la más mínima<br />
intención de dar la cara por ella. Así, la <strong>mujer</strong> se<br />
ve abandonada a sí misma, sin ningún lobby que la<br />
apoye, sin expectativas de éxito. Pero es tan obstinada<br />
que acude una y otra vez al poderoso juez, hasta que<br />
éste comienza a sentir miedo y se dice que la <strong>mujer</strong> tal<br />
vez esté dispuesta a amoratarle un ojo (cf. Lc 18,5). Y,<br />
de este modo, cede a la insistencia de la <strong>mujer</strong> y le hace<br />
justicia. Jesús propone a esta <strong>mujer</strong> como ejemplo<br />
para todo aquel que ora. En la oración se nos hace tangible<br />
nuestro derecho a la vida. Dios es quien hace justicia<br />
incluso a la <strong>mujer</strong> que no encuentra justicia. En<br />
la oración, la <strong>mujer</strong> toma conciencia de su inalienable<br />
dignidad y del espacio interior en el que tiene derecho<br />
a la vida y en el que nadie puede ofenderla. Aun cuando<br />
hacia fuera no parece tener ninguna posibilidad de<br />
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