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del ullamaliztli. Recibe el nombre de “ulama”, y quienes lo
practican siguen golpeando la pelota con la cadera 19 (p. 289).
El ulama se juega en una cancha orientada de norte a sur, de
forma rectangular, llamada “taste” (deformación de la palabra
náhuatl: tlachtli), la cual es marcada en el suelo con una vara.
Tiene una longitud aproximada de 40 m y un ancho de poco más
de 3. Los jugadores visten una faja de manta o mezclilla, un
braguero de piel de venado que se denomina “zapeta” y una
banda de cuero como protector de la cadera llamada chimalli, que
en náhuatl significa escudo.
Durante el encuentro cada equipo debe hacer cierto número de
“rayas”, llegando a jugar un máximo de siete, aunque hay
partidos en los que se empata; entonces el juego se reinicia y
puede prolongarse durante varios días. El jugador o el equipo que
consigue mayor número de “rayas”, gana el partido. Si por alguna
razón el jugador golpea o contesta la pelota con otra parte del
cuerpo se dice que “quema” la bola y la jugada se pierde. Para
detectar esta falta el juez o “veedor” sólo necesita tomar en
consideración la mancha de sudor con que queda impregnado el
hule.
Si se toma en consideración que el peso de la pelota es de casi
cuatro kilogramos, es fácil entender que el jugador que la golpea
en forma errónea puede ser gravemente herido; por ejemplo, si la
pelota le pega en el hígado o en la cabeza. Asociado a este tipo de
accidentes, existe un elemento mágico con el que se trata de
auxiliar al jugador lastimado, dándole de beber “agua de taste”, es
decir, tierra
19 Hay menciones de que
en la misma área se lleva
a cabo un “ulama de
antebrazo” y otro “de
palo”, un hecho que no
tiene sentido refutar
puesto que ullamaliztli,
ulama y juego de caderas
son una y la misma cosa.
Las versiones antes dichas
pueden ser simples
adaptaciones que no
necesariamente
constituyen otro juego en
sí. Sobre el particular se
puede consultar el trabajo
de Leyenaar, publicado en
1978.