Año 9 - Noviembre 2012 - La Hoja del Titiritero

Círculo de amigos de los títeres
para la educación y terapia
Queda la esperanza de que la magia de las marionetas sea más fuerte que el poder de la indiferencia y la condición de
aislamiento; que los niños y los adultos tengan más fuerte la capacidad de encantarse por las marionetas y que nosotros
seamos capaces de introducirnos en su dolor y en su pérdida para que ellos logren volver a ver y dar amor a las cosas.
Hilarion Petzold
Testimonio de un Titiritero Discapacitado
Recopilación de Sergio Liberona y Ana María Allendes
En el marco del Festival de los “Títeres Aventureros”, que se realizó en el mes de Julio de 2012 en Santiago de Chile,
organizado en forma conjunta por la Compañía de Comediantes “Liberarte”, dirigida por Sergio Liberona (reconocido
director, profesor de Teatro y titiritero profesional) y Gestión Cultural “Renacimiento”, a cargo de Alejandro Lara, de
amplia trayectoria como director de Asuntos Culturales de varias corporaciones, se presentó Alexander Castiglioni de la
compañía Castiluce, uruguayo radicado en Costa Rica, titiritero discapacitado por la amputación de una pierna. Fue
impresionante verlo trabajar con su muñeco “El pirata Hodgkin”, el cual manipulaba encajado en el muñón de su pierna.
He aquí su testimonio:
Mi nombre es Alexander Castiglioni, yo soy parte de la compañía Castiluce,
soy nacido en Uruguay, hago teatro de títeres desde el año 1993 y tuve la
suerte de ganar una beca en Buenos Aires en la escuela de Títeres del Teatro
General San Martín. Pero antes, en Millaray, tuve una primera experiencia con
los títeres porque había un incendio y allí fue mi primer inicio con los títeres sin
saber que en el futuro, iba a ser titiritero.
El tiempo fue pasando, la vida me fue llevando a que cuando termino la
escuela de títeres, empieza mi viaje nómada, que siempre lo he hecho, yo
antes yo era escultor me gustaba modelar y viajaba vendiendo mis figuras.
Entonces, cuando termino la escuela de títeres, me voy a Patagonia, y así
empiezo a viajar en el año 1995; conozco a Sebastián Paz Castiglioni,
casualmente tenía el mismo apellido que yo, después de un año nos
enteramos que éramos primos lejanos y el me cuenta que sus antepasados de
Italia en 1913, entre los primeros inmigrantes que llegaban antes de la post
guerra, tenía un bisabuelo o tatarabuelo, no me acuerdo bien, que ya venía
con un teatro de títeres llamado Castiluce, que en italiano significa castillo con
luces o iluminado.
Entonces, cuando recopilo esta historia, me sorprendí, porque yo había
decidido ya empezar con este mundo de los títeres, sabiendo que en las
raíces, ya había titiriteros desde Europa que seguían con esta tradición.
Por eso adopté el nombre Castiluce, por este pariente lejano titiritero y de ahí empezaron las giras. He recorrido ya 21
países de América Latina y Europa, pero entre todos los viajes, siempre el títere como nómada viajero, tuve diferentes
lugares donde presentar el teatro de títeres no sólo en teatro, sino escuelas, cárceles de menores, hospitales mentales.
Algunas de las experiencias que resaltaron un poco mi viaje, fue cuando trabajé en una isla del Amazonas en un
leprosario, era el primer impacto de encontrar a la gente que estaba en esta situación y ellos recibir por primera vez un
teatro de títeres en la comunidad, entonces fue algo muy lindo para ambos, tanto para ellos como para mí.
Después, otra de las experiencias fuertes que marcaron mi vida, fue que ahora, hace dos años en Costa Rica, donde
estoy viviendo actualmente, tuve un cáncer donde tuvieron que amputar mi pierna izquierda, una parte de la pierna, de la
rodilla un poquito para abajo y ahí nace una idea de hacer un títere corporal que se llama Capitán Hockings, porque
Hockings es el tipo de tumor que atacó mi piel y me pareció simbólico ponerle ese nombre y que tenía que ver con
piratas.