24.06.2015 Views

12. Fundación e Imperio

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

segadoras que eran suyas, y los arrendatarios y jornaleros que eran suyos; y<br />

consideraba cautelosamente sus problemas.<br />

Junto a él, su encorvado y envejecido chofer conducía delicadamente la nave a través de<br />

los vientos superiores y sonreía.<br />

Jord Commason dijo:<br />

-¿Recuerdas lo que te dije, Inchney?<br />

Los finos y grises cabellos de Inchney ondeaban ligeramente al viento. Su sonrisa se<br />

acentuó, descubriendo su boca desdentada, y las arrugas verticales de sus mejillas se<br />

profundizaron como si guardase para sí un eterno secreto. El murmullo de su voz silbó<br />

entre sus escasos dientes:<br />

-Lo recuerdo, señor, y he pensado en ello.<br />

-¿Y a qué conclusión has llegado, Inchney? -En la pregunta había un tono de<br />

impaciencia.<br />

Inchney recordaba que había sido joven y apuesto, y un señor del antiguo Trántor.<br />

Inchney recordaba que era un desfigurado anciano en Neotrántor, que vivía por gracia<br />

del señor Jord Commason y que correspondía a esta gracia prestando su sutil ingenio<br />

cuando era solicitado. Suspiró ligeramente.<br />

-Es muy conveniente, señor, tener visitantes de la <strong>Fundación</strong>. En especial, señor, si<br />

vienen en una sola nave y entre ellos sólo hay un hombre apto para la lucha. ¿Serán<br />

bien acogidos?<br />

-¡Bien acogidos! -exclamó sombríamente Commason-. Tal vez. Pero esos hombres son<br />

magos y podrían resultar peligrosos.<br />

-¡Puf! -murmuró Inchney-. La neblina de la distancia oculta la verdad. La <strong>Fundación</strong> sólo<br />

es un mundo. Sus ciudadanos sólo son hombres. Si se les dispara, mueren.<br />

Inchney seguía manteniendo el rumbo. Abajo, un río serpenteaba y despedía plateados<br />

destellos. Añadió: -¿Y no hablan ahora de un hombre que mueve los mundos de la<br />

Periferia?<br />

Commason se tornó suspicaz de improviso. -¿Qué sabes tú de esto?<br />

La sonrisa se desvaneció del rostro del chofer. -Nada, señor. Ha sido una pregunta<br />

ociosa.<br />

La vacilación de Commason fue breve. Dijo con brutal franqueza:<br />

-Ninguna de tus preguntas es ociosa, y tu método de adquirir conocimientos puede que<br />

te cueste el pescuezo. Pero... ¡te lo diré! Ese hombre recibe el nombre de Mulo, y uno de<br />

sus súbditos estuvo aquí hace unos meses por... un asunto de negocios. Estoy<br />

esperando a otro... ahora... para concluirlo.<br />

-¿Y estos recién llegados? ¿Son acaso los que espera?<br />

-Carecen de la identificación que deberían tener. -Se dice que la <strong>Fundación</strong> ha sido<br />

conquistada... -Yo no te lo he dicho.<br />

-Ha corrido la voz -continuó Inchney con frialdad-, y, si es cierto, entonces éstos pueden<br />

ser refugiados de la destrucción y sería aconsejable retenerles por amistad al Mulo.<br />

-¿Tú crees? -Commason vacilaba.<br />

-Además, señor, puesto que es bien sabido que el amigo del conquistador es la última<br />

víctima, resultaría una medida de defensa propia muy legítima. Porque existen cosas<br />

como las sondas psíquicas... y aquí tenemos cuatro cerebros de la <strong>Fundación</strong>. Hay<br />

muchos detalles de la <strong>Fundación</strong> que sería útil conocer, y muchos también acerca del<br />

Mulo. Y entonces la amistad del Mulo sería un poco menos dominante...<br />

Commason, en la quietud de la atmósfera, volvió con un estremecimiento a su primera<br />

idea.<br />

-Pero si la <strong>Fundación</strong> no ha caído, si los rumores son falsos... Se dice que está previsto<br />

que no puede caer.<br />

-La época de los adivinos ha pasado, señor. -Pero ¿y si no hubiera caído, Inchney?<br />

¡Piénsalo! Si no hubiera caído... Es cierto que el Mulo me hizo promesas... -Había ido<br />

demasiado lejos, y retrocedió-: Mejor dicho, insinuó algo. Pero de la insinuación al hecho<br />

hay mucho trecho.<br />

Inchney rió inaudiblemente.<br />

-Desde luego que hay mucho trecho. No creo que<br />

haya nada más peligroso que una <strong>Fundación</strong> al extremo de la Galaxia.<br />

108

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!