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12. Fundación e Imperio

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

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epugnancia, algunos, por miedo. Ocurrieron extraños incidentes... Bueno, ¡eso no<br />

importa! Fue lo suficiente como para que el capitán Pritcher, al investigar sobre mi<br />

infancia, comprendiera que soy un mutante, de lo cual yo mismo no me enteré hasta<br />

que cumplí los veinte años.<br />

Toran y Bayta escuchaban con indiferencia. El sonido de su voz les llegaba desde arriba,<br />

pues estaban sentados en el suelo, mientras que el bufón -o el Mulo- se paseaba frente<br />

a ellos, hablando hacia abajo, con los brazos cruzados.<br />

-La noción de mi insólito poder parece haber<br />

irrumpido en mí con lentitud, a pequeños pasos. Incluso al final me costaba creerlo. Para<br />

mí, las mentes de los hombres eran esferas, con indicadores que señalaban la emoción<br />

del momento. No es un símil adecuado, pero ¿cómo puedo explicarlo? Aprendí paulatinamente<br />

que podía llegar hasta esas mentes y colocar el indicador en el lugar<br />

deseado, y hacer que permaneciera allí para siempre. Y me costó aún más tiempo darme<br />

cuenta de que los demás no podían hacerlo. Adquirí conciencia de mi poder, y con ella<br />

vino el deseo de desquitarme de la miserable posición de mi existencia anterior. Tal vez<br />

puedan comprenderlo. Tal vez intenten comprenderlo. No es fácil ser un monstruo;<br />

poseer una mente y una comprensión y ser un monstruo. ¡Risas y crueldad! ¡Ser<br />

diferente! ¡Ser un intruso! ¡Ustedes nunca han pasado por eso!<br />

Magnífico miró hacia el cielo, se balanceó sobre los pies y continuó, impasible:<br />

-Pero acabé por comprender, y decidí que la Galaxia y yo podíamos intercambiar<br />

nuestros puestos. Al fin y al cabo, ellos se habían divertido, y, yo había esperado<br />

pacientemente, durante veintidós años. ¡Había llegado mi turno! ¡Ahora les tocaba a<br />

ustedes soportarme! Y la lucha sería muy favorable a la Galaxia: ¡yo solo contra millones<br />

y millones de seres!<br />

Hizo una pausa para dirigir una rápida mirada a Bayta<br />

-Pero yo tenía una debilidad: por mí mismo no era nada. Necesitaba a los demás para<br />

obtener el poder; el éxito sólo podía llegarme a través de intermediarios. ¡Siempre! Fue<br />

como dijo Pritcher. Por medio de un pirata obtuve mi primera base de operaciones<br />

asteroidal. Por medio de un industrial conseguí mi primera conquista de un planeta.<br />

Mediante una serie de personas, incluyendo al señor guerrero de Kalgan, conquisté<br />

Kalgan y gané una flota de naves. Después de eso, le tocó el turno a la <strong>Fundación</strong>, y fue<br />

entonces cuando ustedes dos entraron en la historia. La <strong>Fundación</strong> -dijo en voz más<br />

baja- fue la tarea más difícil con que me había enfrentado. Para vencerla tenía que<br />

convencer, derrumbar o inutilizar a una extraordinaria proporción de su clase dirigente.<br />

Podría haberlo hecho por sus pasos contados, pero era posible una forma rápida, y la<br />

busqué. Después de todo, el hecho de que un hombre fuerte pueda levantar doscientos<br />

kilos no significa que le entusiasme hacerlo continuamente. Mi control emocional no es<br />

un trabajo fácil, y prefiero no usarlo cuando no es absolutamente necesario. Por eso<br />

acepté aliados en mi primer ataque a la <strong>Fundación</strong>. Haciéndome pasar por mi bufón,<br />

busqué al agente o agentes de la <strong>Fundación</strong> que serían inevitablemente enviados a<br />

Kalgan para investigar mi humilde persona. Ahora sé que era a Han Pritcher a quien<br />

buscaba. Por . un golpe de fortuna, en lugar de él les encontré a ustedes. Soy telépata,<br />

pero no completo, y, mi señora, usted era de la <strong>Fundación</strong>. Esto me despistó. No fue<br />

fatal, ya que Pritcher se unió a nosotros posteriormente, pero fue el punto de partida de<br />

un error que sí fue fatal.<br />

Toran se movió por primera vez. Dijo en tono ofendido<br />

-Espere un momento. ¿Quiere decir que cuando yo me enfrenté a aquel teniente de<br />

Kalgan con sólo una pistola paralizante, y le salvé a usted, usted ya controlaba mis<br />

emociones? -Tartamudeaba de furia-. ¿Quiere decir que ha estado influenciándome todo<br />

este tiempo?<br />

En la cara de Magnífico había una leve sonrisa. -¿Y por qué no? ¿No lo considera<br />

probable? Pregúnteselo usted mismo... ¿Se hubiera arriesgado a morir por un extraño y<br />

grotesco bufón que no había visto antes, de haber estado en sus cabales? Supongo que<br />

después se sorprendió, cuando repasó los acontecimientos a sangre fría.<br />

-Es cierto -dijo Bayta con voz distante-, se sorprendió. Es muy normal.<br />

-En realidad -continuó el Mulo-, Toran no corría ningún peligro. El teniente tenía<br />

instrucciones estrictas de dejamos marchar. Así fue como nosotros tres y Pritcher fuimos<br />

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