24.06.2015 Views

12. Fundación e Imperio

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-¿Sabes qué es esto, muchacho?<br />

Magnífico casi se tiró de su asiento para coger el instrumento de múltiples teclas. Tocó<br />

los millares de contactos y entonces dio una voltereta de alegría que amenazó con<br />

destruir el mobiliario circundante. Graznó:<br />

-Un Visi-Sonor, y de una manufactura que haría saltar de gozo el corazón de un muerto.<br />

Sus largos dedos acariciaron el instrumento, suave y lentamente, presionando los<br />

contactos con ligereza y descansando un momento en una tecla y luego en otra... y el<br />

aire de la habitación se bañó de una luz rosada, justo dentro del campo de visión.<br />

-Muy bien, muchacho. Dijiste que sabías usar uno de estos artefactos, y ahora tienes la<br />

oportunidad. Pero será mejor que lo afines. Acaba de salir de un museo. -Entonces, en<br />

un aparte, dijo a Bayta-: Por lo que tengo entendido, no hay nadie en la <strong>Fundación</strong> que<br />

sepa hacerlo hablar. -Se acercó más y murmuró-: El bufón no dirá nada sin usted. ¿Me<br />

ayudará?<br />

Ella asintió.<br />

-¡Bien! -continuó Mis-. Su estado de temor es casi fijo, y dudo de que su fuerza mental<br />

pudiera resistir una sonda psíquica. Si he de sacarle algo por otro sistema, tiene que<br />

sentirse absolutamente tranquilo. ¿Me comprende?<br />

Ella asintió de nuevo.<br />

-Este Visi-Sonor es el primer paso del proceso. El dice que sabe tocarlo, y la reacción<br />

que ha tenido pone de manifiesto que es una de las grandes ilusiones de su vida. Así<br />

pues, tanto si toca bien como mal, muéstrese interesada y apreciativa. A continuación<br />

demuestre amistad y confianza hacia mí. Y, sobre todo, siga mis indicaciones<br />

continuamente.<br />

Echó una rápida mirada a Magnífico, el cual, acurrucado en un extremo del sofá,<br />

manipulaba con facilidad en el interior del instrumento. Estaba completamente absorto.<br />

Mis preguntó a Bayta en tono de conversación -¿Ha oído hablar alguna vez de un Visi-<br />

Sonor? -Una vez -repuso Bayta en el mismo tono-, en un concierto de instrumentos<br />

raros. No me impresionó.<br />

-Bueno, es difícil encontrar a alguien que lo toque bien; hay poquísimas personas que<br />

sepan hacerlo. No es sólo porque requiere coordinación física, un piano múltiple requiere<br />

mucha más, sino porque se necesita, además, cierto tipo de mentalidad libre. -Continuó<br />

en voz más baja-: Por esta razón nuestro esqueleto viviente puede tocarlo mejor de lo<br />

que imaginamos. A menudo los buenos ejecutantes son idiotas en otras cosas. Se trata<br />

de uno de esos extraños fenómenos que hacen interesante a la psicología.<br />

Añadió, con un patente esfuerzo por entablar una conversación banal:<br />

-¿Sabe cómo funciona este curioso chisme? Lo examiné para averiguarlo, y todo lo que<br />

he podido colegir hasta ahora es que sus radiaciones estimulan directamente el centro<br />

óptico del cerebro, sin tocarlo siquiera. En realidad, se trata de la utilización de un<br />

sentido que no se conoce en la naturaleza ordinaria. Es notable, si se piensa bien. Lo que<br />

usted está oyendo es lo corriente, lo normal. El tímpano, la clóquea y todo eso. Pero...<br />

¡silencio! Ya está listo. ¿Quiere apretar ese conmutador? La cosa funciona mejor sin que<br />

haya luz en la estancia.<br />

En la oscuridad, Magnífico era sólo una mancha, y Ebling Mis una masa de pesada<br />

respiración. Bayta se sorprendió. Fijó ansiosamente la vista, al principio sin resultado. En<br />

el aire había un fino y nervioso temblor que ondeaba rabiosamente hasta lo alto de la<br />

escala. Se quedaba suspendido, caía y volvía a recobrarse, ganaba cuerpo y se hinchaba<br />

en un resonante crujido que producía el efecto de un tormentoso desgarrón en una<br />

espesa cortina.<br />

Un pequeño globo de color fue creciendo en rítmicos brincos y estalló en el aire en<br />

informes gotas que se arremolinaron en lo alto y empezaron a caer como curvados<br />

surtidores en línea- entrelazadas. Se coagularon en pequeñas esferas, ninguna del<br />

mismo color, y Bayta empezó a descubrir cosas.<br />

Observó que, si cerraba los ojos, el dibujo coloreado se hacía más claro; que cada<br />

pequeño movimiento de color tenía su propia pauta de sonido; que no podía identificar<br />

los colores; y, por último, que los globos no eran globos, sino pequeñas figuras.<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!