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12. Fundación e Imperio

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

Fundación e Imperio es la segunda novela del Ciclo de Trántor escrita por el norteamericano Isaac Asimov en 1952. Es el segundo libro de la Trilogía original de la Fundación.

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-¿Ah, sí? ¿Y cuánto durará su trabajo? Sus discursos acabarán por dejarme sordo.<br />

-Creo que dentro de un mes tendré algo para usted. Pero también es posible que no<br />

averigüe nada. Sin embargo, ¿qué importa? Si todo esto no se halla incluido en los<br />

planes de Seldon, nuestras posibilidades son incalificablemente pequeñas.<br />

Indbur se volvió con fiereza hacia el psicólogo. -Ahora le he atrapado, traidor. ¡Mienta!<br />

Diga que no es uno de esos criminales fabricantes de rumores que siembran el<br />

derrotismo y el pánico por toda la <strong>Fundación</strong>, haciendo mi trabajo doblemente difícil. -<br />

¿Yo? ¿Yo? -murmuró Mis con creciente cólera. Indbur profirió una maldición.<br />

-Porque, por las nubes de polvo del espacio, la <strong>Fundación</strong> vencerá... la <strong>Fundación</strong> tiene<br />

que vencer. -¿A pesar de haber perdido Horleggor?<br />

-No fue una pérdida. ¿También usted se ha tragado esa mentira? Nos superaron en<br />

número, nos traicionaron...<br />

-¿Quién? -preguntó desdeñosamente Mis.<br />

-Los apestosos demócratas del arroyo -le gritó Indbur-. Hace tiempo que sé que la Flota<br />

está minada de células democráticas. La mayoría han sido desarticuladas, pero aún<br />

quedan las suficientes como para explicar la rendición de veinte naves en plena batalla.<br />

Las suficientes como para provocar una derrota aparente. A propósito, deslenguado y<br />

simple patriota, epítome de las virtudes primitivas, ¿cuáles son sus propias conexiones<br />

con los demócratas? Ebling Mis se encogió de hombros con desprecio. -Está usted<br />

desvariando, ¿lo sabe? ¿Qué me dice<br />

de la retirada posterior y de la pérdida de medio Siwenna? ¿Otra vez los demócratas?<br />

-No, no han sido los demócratas -sonrió el alcalde-. Nos retiramos, como se ha retirado<br />

siempre la <strong>Fundación</strong> bajo el ataque, hasta que la inevitable marcha de la historia se<br />

ponga de nuestra parte Ya estoy viendo el final. La llamada resistencia de los<br />

demócratas ya ha publicado manifiestos jurando ayuda y lealtad al Gobierno. Podría ser<br />

una estratagema, un ardid que encubra una traición mayor pero yo la utilizo muy bien, y<br />

la propaganda basada en ella producirá su efecto, sean cuales fueren los planes de los<br />

traidores. Y algo aún mejor...<br />

-¿Algo aún mejor, Indbur?<br />

-Júzguelo usted mismo. Hace dos días, la Asocia ció» de Comerciantes Independientes<br />

declaró la guerra al Mulo, y con ello la Flota de la <strong>Fundación</strong> se ve reforzada, de golpe,<br />

por mil naves. Compréndalo, ese Mulo ha ido demasiado lejos. Nos encontró divididos y<br />

luchando entre nosotros, y bajo la presión de su ataque nos unimos y adquirimos fuerza.<br />

Tiene que perder. Es inevitable... como siempre.<br />

Mis seguía demostrando escepticismo. -Entonces dígame que Seldon planeó incluso la<br />

fortuita aparición de un mutante.<br />

-¡Un mutante! Yo no le distinguiría de un ser humano, ni usted tampoco, si no fuera por<br />

los desvaríos de un capitán rebelde, unos jovenzuelos extranjeros y un juglar y bufón<br />

que no está en sus cabales. Olvida usted la evidencia más concluyente de todas: la suya<br />

propia.<br />

-¿La mía? -Durante un momento, Mis se quedó asombrado.<br />

-Sí, la suya -se burló el alcalde-. La Bóveda del Tiempo se abrirá dentro de nueve<br />

semanas. ¿Qué dice a eso? Se abre en una crisis. Si este ataque del Mulo no es una<br />

crisis, ¿dónde está la crisis «verdadera» por la que se va a abrir la Bóveda? Contésteme<br />

a eso, bola de grasa.<br />

El psicólogo se encogió de hombros.<br />

-Está bien. Si eso le hace feliz... Pero concédame un favor. Por si acaso..., por si acaso<br />

el viejo Seldon<br />

pronuncia su discurso, y es un discurso desagradable, permítame que asista a la Magna<br />

Abertura. -Muy bien. Y ahora salga de aquí, y permanezca fuera de mi vista durante<br />

nueve semanas.<br />

«Con incalificable placer, horroroso engendro», murmuró Mis para sus adentros mientras<br />

se iba.<br />

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